La casa en orden

http://kioskoymas.abc.es/noticias/opinion/20130930/abcp-casa-orden-20130930.html

La casa en orden.

JUAN MANUEL DE PRADA.

HAY algo misterioso en la frase que Rajoy empleó ante el Council of Foreign Relations: «Hemos puesto nuestra casa en orden». Ya que su público estaba formado por hipotéticos inversores, hemos de concluir que la frase es de índole propagandística; y que por poner «la casa en orden» debe entenderse que España es un lugar donde invertir sale barato. Y, en efecto, en los últimos años España se ha internado en la senda del abaratamiento de los «costes productivos», que básicamente consiste en suprimir las garantías laborales y en rebajar los sueldos a los trabajadores. Rajoy no debe, sin embargo, arrogarse todo el mérito de esta hazaña, que ya iniciara el ínclito Zapatero, según le reconoció la teutona Merkel, cuando anunció que España había emprendido «el buen camino». En realidad, Rajoy no ha hecho sino avanzar por este camino, consiguiendo que España se convierta, tras sucesivos «ajustes», en un país que, en efecto, empieza a resultar barato para los inversores extranjeros, porque los sueldos son cada vez más exiguos, aunque los precios sean los mismos que en Alemania o Francia (donde los sueldos de los trabajadores son aproximadamente el doble). El descenso constante de los sueldos y el aumento de los precios terminarán conduciéndonos a una situación insostenible, como ocurre siempre que las clases medias son destruidas. A mí España cada vez me recuerda más a la Argentina de la década de los noventa, cuando la paridad peso-dólar (nuestra dependencia del euro es lo más parecido al recurso monetario enloquecido de Ménem) convirtió al país austral en una bomba de relojería, con precios exorbitantes y salarios misérrimos.

Claro que, si bien la pronunció ante inversores extranjeros, a Rajoy no podía escapársele que la frasecita sería también interpretada por sus compatriotas. De este modo, la «casa en orden» de la que hablaba Rajoy adquiere contornos todavía más cínicos, salvo que aceptemos que Rajoy se halla en un proceso de perfeccionamiento místico: en este caso, esa «casa en orden» podría equivaler –dicho más prosaicamente– a la «casa sosegada» de San Juan de la Cruz. Pero, fuera de esta lectura mística, la expresión suena en verdad hiriente, ante el aquelarre secesionista catalán, que Rajoy contempla con inefable dontancredismo, resignado a resolverlo del mismo modo que la infausta Segunda República resolvió el aquelarre secesionista de Macià: o sea, con un cambalache en el que, a cambio de una serie de concesiones económicas, Mas deje de patalear durante unos pocos años. Para disimular (y por no perturbar sus arrobos místicos), Rajoy deja que sea Cospedal la que haga los aspavientos ante Mas, como si fuera el ama de llaves a cargo del imaginario orden de la casa. Y Cospedal, la mujer, dice lo primero que se le pasa por la cabeza, después del peine: insiste en la idea conmovedora de que una Cataluña independiente sería expulsada de la Unión Europea (argumento chistoso que obvia que, un minuto después, sería admitida con todos los honores) y remacha que Cataluña merece un Gobierno que se preocupe por los novecientos mil parados que arrastra la región. A esto se le llama mentar la soga en casa del ahorcado. Cospedal, mujer, ¿es que no te das cuenta de que si en una región con novecientos mil parados triunfan estas veleidades separatistas es porque sus habitantes no encuentran razones por las que les vaya a ir mejor integrados en un Estado español en pleno proceso de descomposición y desfondamiento moral?

Menos mal que tenemos «la casa en orden». El día que nos pongamos a desordenarla esto será peor que Troya.

El Presidente no hace más que reflejar el estado de anestesia masiva del pueblo que gobierna.

Menuda gilipollez eso de tener la casa en orden, propia de quien lo dice. O sea, de otro gilipollas,
Si freirnos a impuestos, en vez de arrasar con toda la grasa que le sobra al Estado, el tener a los asesinos en las Instituciones, los nazi-onalistas catalanes campando a sus anchas, o el volver a bajarse otra vez los pantalones en el tema de Gibraltar, a eso le llama Rajoy tener la casa en orden. Pués yo no se en que casa vivirá, o de que planeta viene,

Rajoy se empeñó en viajar al centro y en decepcionar en consecuencia a la mayoría de  votantes de derechas del PP de toda la vida, entre los cuales me incluyo. Él sabrá. Creo que tardaré bastante en volverle a votar al PP.

Mastieno escribió:insiste en la idea conmovedora de que una Cataluña independiente sería expulsada de la Unión Europea (argumento chistoso que obvia que, un minuto después, sería admitida con todos los honores)


Ésto que me lo explique alguien ducho en el tema.

Yo, sin estar muy ducho, en los aspectos jurídicos, formales y etc... del tema, también intuyo por donde va don Juan Manuel de Prada, y no creo que ande tan desencaminado en absoluto, como le acusaría el europeísta promedio de este país. Y es que el hecho de que todos los movimientos separatistas, todas sus organizaciones y partidos políticos, en bloque, sean tanto o más europeístas aún que el resto de la Casta muestra precisamente que en el argumento falaz e ingenuo de que "Europa no permitirá secesiones en su seno" hay gato encerrado. Y si luego se conoce desde donde ha sido financiado el separatismo ya desde finales del XIX (si no pregunten por un tal "sir" Ramón de la Sota, por ejemplo; o pregunten en Francia por todo el apoyo que prestaron a ETA, y mil marranadas más de ese estilo que nos han hecho desde "Europa" desde aquel entonces, por no hablar de la marranada mayor del 11-M), pues voilá...

Conozco personalmente a un catedrático residente actualmente en Valladolid que está especializado en temas referidos a la UE, desgraciadamente no recuerdo el nombre exacto de su cátedra, y al charlar mientras almorzábamos juntos sobre el asunto del separatismo y otras cuestiones referidas con la política (el tema del separatismo catalán a mí me afecta personalmente de forma emocional dado mi rama familiar materna es catalana y quieras que no eso influye en uno, aunque yo me siento más identificado con mi Asturias), siendo él firme europeísta además (una de las personas de que tengo noticia que más al dedillo se conoce los entresijos político-jurídico-administrativos de la mafia burocrática-oligárquica con sede central en Bruselas), y me dijo algo tal que lo siguiente, cito más o menos textualmente: "Es que además el debate es falso. Yo siento tirar piedras contra mi propio tejado, pero si alguien piensa que cualquier territorio español que se secesione y conforme una estructura nacional con Estado se va a ir de la UE, se irá por una puerta y entrará por la otra a una velocidad del rayo, porque va a unir acervo comunitario, constitución democrática y bueno, una economía más o menos maltrecha pero que forma parte del entorno económico europeo. Por lo tanto, estamos ante una "entrada exprés" otra vez a la UE. Entrada exprés. ¿Y alguien piensa que el gobierno español de turno va a vetarlo? ¿En la situación absolutamente fiduciaria que tenemos con respecto a la UE? Es absurdo.". Y esto me lo admitió todo un europeísta y experto en el tema. 

¿Que el Estado español no lo permitiría? Argumento ingenuo, aparte de por lo dicho por mi amigo, es como decir en 1986 que el Estado español no iba a desmantelar casi toda la industria y gran parte del sector primario español para ponérselo en bandeja a las multinacionales alemanas y francesas, y ya vimos lo que fue, y qué ha pasado luego. Lo digo en mayúsculas y en negrita para ver si nos vamos enterando de una puta vez de qué es lo que hay: EL ESTADO ESPAÑOL ESTÁ NO AL SERVICIO DE ESPAÑA, SINO DE POTENCIAS EXTRANJERAS, DEL CAPITAL TRANSNACIONAL Y DE LAS GRANDES INSTITUCIONES GLOBALISTAS. Estas instituciones y élites, que son las que han financiado y promovido a los partidos políticos del Sistema (véase el papel de la CIA y el Partido Socialdemócrata alemán en el PSOE salido del Congreso de Suresnes), pilotan lo que sucede en nuestras élites políticas y, si deciden que Cataluña ha de ser independiente de España y pertenecer a la UE, conseguirán que el Estado español dé el visto bueno al reconocimiento por parte de Europa de nuestra propia desmembración nacional, igual que consiguieron en su día que las Cortes franquistas se hicieran el hara-kiri. A ver si ahora va a resultar que este país no está en manos de traidores a España y de vendepatrias desde la muerte de Franco, o antes (ahí está la colaboración que los asesinos de Carrero Blanco tuvieron dentro del propio aparato del Estado en su día). Antes, de hecho. Ya en el siglo XIX los liberales, tanto de derechas como de izquierdas, vendieron el país en cachitos a potencias extranjeras y al capital extranjero (después de sumir con sus desamortizaciones, el mayor robo colectivo de la Historia de España, a muchos millones de españoles en la pobreza, sentando las bases para que cuajaran movimientos como el anarquismo, el comunismo, el socialismo y demás y expulsando a millones de españoles a la emigración a Francia y América durante más de un siglo), y en esas estamos desde entonces. A ver si ahora va a haber que recordar, por ejemplo, qué sucedió en el abrazo de Ayacucho, o en el abrazo de Acatempan (y que luego, casualidades de la vida, se repitió en Vergara...), y un siglo antes del acceso al poder a los liberales ya nuestras cúpulas dirigentes se estaban llenando de masones, anglófilos, afrancesados y demás chusma que no tuvo dudas, por ejemplo, en sabotear los proyectos y propuestas de gente auténticamente patriota como el marqués de Esmeralda o mi paisano Jovellanos... Y es que a algunos les vendría bien leer y aprender más y escribir bastante menos de lo que escriben. De este tipo de mendrugos está tan llena la izquierda como la derecha, por supuesto.

Pues entonces, tal como me temía. Siempre he pensado que si a España no se la ha desmembrado, ha sido porque no interesa. Y lo que está pasando ahora, no sé si es porque empieza a interesar el tema o es una bravuconada de Arturito. Gracias por tu respuesta

Lo cierto, amigo Mastieno, es que:

-Los que en su día estuvieron con José Bonaparte, hoy (sus herederos, en sentido amplio) están con Juan Carlos Puigmoltó.

-Los que en su día medraron, en plena Guerra Peninsular, al servicio del Imperio de Napoleón Bonaparte, hoy medran gracias a la Unión Europea.

-Los mismos que en su día hicieron cargar a los mamelucos de origen egipcio contra el pueblo madrileño el 2 de mayo de 1808 son quienes hoy promueven, financian, etc... con nuestro propio dinero la nueva invasión de España vía inmigración masiva de los musulmanes.

Y, del mismo modo, los mismos que en su día apoyaron la enajenación, hecha de forma arbitraria por José Bonaparte de la españolísima Cataluña de la Corona española para integrarla en el Imperio de Napoleón (algo que sucedió durante la ocupación napoleónica de nuestro país, en aquel momento la victoria en la Guerra Peninsular consiguió preservar la españolidad de Cataluña, algo por lo que numerosos catalanes lucharon en Gerona, en Lérida, en el Bruch, en Esparraguera, en Barcelona, en Montserrat, etc en toda Cataluña, en verdad... e incluso en Zaragoza, puesto que Agustina "de Aragón" era catalana en verdad), son los que hoy, desde hace 40 años, han tolerado, financiado y promovido, desde los mismos Gobiernos centrales, el separatismo catalán, y quienes, a la hora de la verdad, nada harán para impedir la ruptura de nuestra unidad nacional. Son también los mismos que están con Juan Carlos, con la UE y que promueven la nueva invasión mahometana.

Estando ante estas, el problema es más serio que todo eso. En aquel entonces Napoleón creyó que el pueblo español estaba tan degenerado como su Corte, equivocándose de cabo a rabo, hasta tal punto fue trascendental para decidir el destino de su Imperio este error que él mismo escribiría en su destierro en la isla, colonia británica, de Santa Elena: Esta maldita Guerra de España fue la causa primera de todas las desgracias de Francia. Todas las circunstancias de mis desastres se relacionan con este nudo fatal: destruyó mi autoridad moral en Europa, complicó mis dificultades, abrió una escuela a los soldados ingleses... esta maldita guerra me ha perdido." Hoy en cambio la miseria moral, cultural, etc... del pueblo, o de la mayor parte del mismo, es la misma o más que la de las capas superiores de la sociedad. Y así nos va. Y en el caso catalán esto es aún más evidente: hoy es una región infesta de separatismo y muchos no verían mal incluso pasar a ser franceses con tal de dejar de ser españoles, al contrario que los catalanes de comienzos del siglo XIX.