La relación entre los gobiernos vasco y navarro vuelve a la normalidad después de 13 años

PRIMERA VISITA INSTITUCIONAL DE UN LEHENDAKARI A NAVARRA DESDE 1996

ABC, 3 de julio de 2009

Es el primer encuentro del lendakari vasco, Patxi López, con un presidente autonómico. Y para su estreno no ha sido en balde la elección de la Comunidad vecina, Navarra, una tierra que no ha pisado el máximo mandatario vasco en trece años. No lo hizo Juan José Ibarretxe en sus diez años al frente de la Lendakaritza, como tampoco su predecesor José Antonio Ardanza en su último mandato. Por eso, el abrazo y los acuerdos suscritos entre Patxi López y Miguel Sanz, presidente de la Comunidad Foral, hoy en Pamplona, certifican el cambio de formas que está imponiendo el político nacido en Portugalete desde su investidura el pasado 7 de mayo.

López y Sanz han analizado temas de interés común con el interés de reforzar las relaciones entre ambas regiones colindantes. El encuentro estaba aplazado desde el pasado 20 de junio y fue suspendido debido al atentado de la banda terrorista ETA contra el inspector de Policía Eduardo Antonio Puelles García. A las 11.30 horas y tras una hora de reunión en el Palacio de Navarra, ambos presidentes han suscrito un documento sobre colaboración mutua entre País Vasco y Navarra.

Fomentar el euskera o captar la señal de la ETB

Ante los medios, ambos han apostado por dar «normalidad» a las relaciones bilaterales y han afirmado que se inicia una «nueva etapa» de cooperación «sin injerencias» en las competencias de cada región. De forma más grandilocuente, los presidentes han iniciado hoy un camino de colaboración institucional entre ambas comunidades desde el «respeto a las diferentes realidades» políticas e institucionales que representan. «No es interés para ninguna de las dos» comunidades establecer un Órgano Común Permanente de Colaboración, ha precisado el lendakari, una pretensión antigua del PNV que ha echado por tierra López al considerar que «no es necesario para tener un marco de relaciones estables».

El primer documento que ambos han firmado ha sido un protocolo general de colaboración en el que se contemplan acuerdos para desarrollar infraestructuras de interés común, permitir la captación de la señal de la televisión pública vasca -la ETB- en Navarra a través de TDT y fomentar el euskera, entre otras iniciativas. Miguel Sanz ha celebrado que hoy se pudiera producir este encuentro, mientras que López ha subrayado que ha decidido mantener con el dirigente navarro la primera de sus reuniones institucionales con los presidentes del resto de Comunidades Autónomas en deferencia a la «especial» relación que mantienen sus respectivos territorios y como síntoma para «testificar un nuevo tiempo». La agenda institucional del lendakari sigue repleta en sus inicios en el Palacio de Ajuria Enea, ya que sólo hace dos días que se produjo la primera recepción oficial por parte del presidente del Gobierno al recién estrenado jefe socialista en el Ejecutivo autónomo. José Luis Rodríguez Zapatero brindó para la ocasión un trato de favor a Patxi López, al que recibió en su residencia personal en el complejo de La Moncloa -frente al edificio del Consejo de Ministros, preceptivo para este tipo de encuentros- y con el que compartió una rueda de prensa en los jardines aledaños.

Junto al lendakari, han viajado a Pamplona para asistir a este primer encuentro institucional los consejeros de Vivienda, Obras Públicas y Transportes, Iñaki Arriola, y de Cultura, Blanca Urgell.

<<Se pretendía hacer anormal lo que es normal»

En el encuentro se ha abordo, como no podía ser de otra manera, el tema del terrorismo para constatar, según Sanz, su «clara voluntad de seguir profundizando en la unidad democrática para combatirlo» y más cuando la sentencia de Estrasburgo sobre la ilegalización de Batasuna «ha dejado a ETA colgada de la brocha».

En relación al por qué más de una década sin un encuentro de estas características entre Navarra y Euskadi, el jefe del Ejecutivo foral ha indicado que «alguien pretendía hacer anormal lo que es normal: el reconocimiento de que Navarra es una comunidad diferenciada que forma parte de España y no forma parte ni quiere formar parte de ese proyecto político que los nacionalistas llaman Euskal Herria».

«Queremos dejar de darnos la espalda e iniciar un camino de colaboración desde el respeto mutuo y sin injerencias interesadas», ha añadido, y ha subrayado que éste es «un buen día porque Euskadi y Navarra se dan la mano, seguramente lo que estaban deseando la mayoría» de los ciudadanos.