7 de Octubre de 1934 (ALOCUCION DEL GENERAL BATET).

por HIMNOSHISTORICOS 6/3/2014, 10:13 am

“Catalanes, españoles todos y la humanidad entera me dirijo en estos momentos, solicitado y requerido por la verdad, a la cual he rendido siempre tributo y que puedo decir que mis labios solo se han abierto para la verdad más estricta. ”Voy a resumir como han acaecido los sucesos del 6 al 7 de octubre. “A las ocho aproximadamente de la noche, el entonces Presidente de la Generalitad proclamo desde el palacio de la Presidencia de la Generalitad la República Federal Catalana, y diciendo que rompía toda relación con la República Española. “A los pocos momentos me requería en conferencia telefónica para que con mis fuerzas me pusiera a sus órdenes. Contestación mía: Que no podía resolver en un instante, lo que él había y preparado durante días, si bien el cumplimiento del deber me decía bien claramente cuál era mi conducta a seguir. “A los pocos momentos, un diputado de la Generalitad me traía el oficio requiriéndome por escrito lo que en referencia telefónica me había exigido. Desde este momento no podía caber duda de los propósitos que tenían. Además había presenciado durante el día el transporte de armas y la organización de guerra montada en diversos puntos de la ciudad. “No obstante, en mi afán de evitar un día de luto y que fuera consecuencia de aquellos actos la maldición de todos, intente ponerme, no al habla, si no en contacto directo, con quienes dependían de mi y estaban en la Generalitad, y al efecto ordené que comparecieran inmediatamente. Fue rechazada mi orden, diciendo que solo obedecían las órdenes del Presidente de la Generalitad. “Coincidiendo con tales hechos, el Gobierno de la República Española declaraba el estado de guerra, que resultaba ser contestación al Presidente de la Generalitad. Ordene inmediatamente que se publicara el bando al propio tiempo que tomaba las medidas oportunas para evitar el derramamiento de sangre. “La compañía que llevaba el bando no hizo más que doblar el Paseo de Colon y entrar en las Ramblas, fue hostilizada desde el centro de dependientes. Al mismo tiempo se veían ocupadas las calles que conducen a la Plaza de la República, en donde está la Generalitad y la Alcaldía. “Al llegar allí las fuerzas, uno de los jefes de la Generalitad se adelanto a preguntar qué es lo que iban a hacer. Contestación de mis fuerzas: “A defender la República.” “¿Cuál?”, le preguntaron “¿La Federal Catalana, o la República Española?” “La República Constitucional”. Contesto mi tropa. “Entonces – replicaron-Las armas dirán cual debe ser, si la Federal o la Constituida legalmente. Contesto mi tropa. “Dispararon desde la Generalitad, causándonos bajas. Mis tropas tenían la orden tajante de no atacar si no era agredida. Y así fue. Y unos y otros sufrieron sensibles bajas. Desde aquel momento se contesto a la agresión, puesto que sabía que contra más energía yo obrara, menos sangre seria derramada. Aquella noche se entablo un verdadero combate ante la residencia de aquella organización. Y aquella energía tuvo su efecto, puesto que a las seis de la mañana, tuve la agradable de que me llamara telefónicamente el Presidente de la Generalitad, diciéndome que consideraba estéril toda resistencia y que se entregaba como único responsable de aquellos acontecimientos. Le dije que comunicara por la radio, su capitulación para que llegara a conocimiento de todos aquellos que llevados por su fantasía, faltos de toda razón, sin aquellas altas virtudes que exigen los ideales, intentaban implantar sus proposititos. “La Generalitad con todo su Gobierno, el Ayuntamiento con todos los concejales de su partido y del Estat Catalá, se rindieron a las fuerzas y fueron trasladados a este Cuartel General de la Cuarta División. Se inicio seguidamente el sumario para el esclarecimiento de los hechos, y se determino donde serian guardados los detenidos, y con todas las consideraciones fueron trasladados al vapor “Uruguay”. Estos son los hechos acaecidos en la noche del 6 al 7 de octubre, noche histórica en la que experimente una amargura grande por el derramamiento de sangre que quise evitar a toda costa sin ser escuchado. “Los pueblos, los hombres que viven dentro de un régimen democrático deben desarrollar sus labores dentro del orden y deben de procurar, día tras día, y hora tras hora, minuto tras minuto, hacer el sacrificio más alto para la consecución de sus ideales. Respetables son los ideales cuando son expuestos dentro de la legalidad, pero son execrables cuando se quieren imponerse con violencia. “Y nada más. Estos son los hechos, pero no quiero terminar sin expresar mi gratitud fervorosa y mi afecto sincero hacia todos mis subordinados, por el cumplimiento de su deber, en el que s superaron siempre ofrendando el sacrificio de sus vidas. Sacrificio moral y material que han sabido inculcarle los jefes y oficiales y clases subalternas, que en todo momento enseñaron con el sacrificio de nuestros días, nuestras horas y minutos por el bien de la Patria, lamentando que haya de implantarse la fuerza para entrar en razón a los que no la tienen. “Un caluroso saludo a los radioyentes y desearles que estas virtudes les inspire en su conducta, especialmente a los catalanes, porque Cataluña no es más que una región de España. Las virtudes y el arte no tienen fronteras y por lo tanto pueden servir de ejemplo a la humanidad.