Diarios catalanes a los cuatro vientos: 'The Economist' calcula que Catalunya o Escocia tardarían en 4 o 5 años en readherirse a la UE

El semanario económico analiza como está afectando el referéndum escocés a la política de la UE y se fija en el caso catalán



Citando a altos funcionarios de la UE, el semanario británico The Economist asegura que si Escocia o Catalunya lograran la independencia tardarían entre 4 o 5 años a volver a adherirse a la Unión y añade que tan equivocado es afirmar que ambos nunca podrían volver a formar parte del club europeo una vez separados de la Gran Bretaña y España, como que el proceso sería fácil, rápido y apacible. En un artículo titulado Homage to Caledonia (Homenaje a Caledonia), la prestigiosa publicación económica analiza como el referéndum escocés pactado entre Londres y Estrasburgo está influyendo en la política de Europa y pone el foco en el caso catalán.
El artículo de la serie Charlemagne (que firma el correponsal en Bruselas, Anton La Guardia) arranca con algo de ironía al afirmar que hay un lugar en Europa en el que el primer ministro británico, David Cameron, es admirado: Catalunya. "Los catalanes planean su propia votación dos meses después (de la escocesa), aunque el presidente español Mariano Rajoy ha garantizado que la va a parar. La prueba, dicen los nacionalistas catalanes, de la profundidad democrática de la Gran Bretaña y del autoritarismo persistente de España", mantiene.
Pero el texto se centra en el análisis de cómo los casos escocés y catalán intranquilizan a muchos en el conjunto de la UE. "Si Escocia o Catalunya lograran ser independentientes, ¿por qué no el País Vasco, Flandes, Córsega o incluso Baviera?", se pregunta el artículo. Por ello, continúa, se han producido destacadas declaraciones en las más altas instancias de la UE para dejar claro que un nuevo estado quedaría fuera. "Cualquier región separada sería tratada como un nuevo país, al que ya no se le aplicarían los tratados de la UE", indica citando las palabras que dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en Madrid, poco después de que los partidos soberanistas catalanes fijarán la fecha y la pregunta de la consulta. Más tarde, fue el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, el que trató de disuadir a Escocia, indicando que le sería muy complicado volver a la UE, insinuando además que países como España (por razones evidentes) vetarían su reingreso.
En este punto, el texto de The Economist reprocha a Van Rompuy y Barroso que comparen los referéndum pacíficos planteados en la Europa occidental en el caso de los países balcánicos tras su "violenta desintegración". Además, añade que una preocupación del presidente de la Comisión es que la independencia escocesa pueda alentar la "independencia" de la Gran Bretaña del conjunto de la Unión ante el avance de las ideas euroescépticas en las islas británicas. "Bruselas preferiría no tener que lidiar también con los secesionistas porque más países pequeños se unirían a una organización ya de por sí, de difícil manejo: y la fragmentación va en contra del espíritu de unir para crear un todo más grande", agrega.
El artículo continúa apuntando que es precisamente la UE la que puede haber propiciado, sin quererlo, que hayan nacido movimientos independentistas en su seno. Y en este punto cita a Homs, que declara que la Unión garantiza la democracia en España y, pot lo tanto, "nos sentimos seguros: nadie nos va a disparar".
Pros y contras de la readmisión
Hacia el final, el articulista se adentra en la cuestión de la permanencia o reingreso de los nuevos Estados a la UE, recordando que no hay precedentes, para acabar asegurando que no tiene sentido plantearse que estados fruto de la desmembración de la exYugoslavia puedan tardar menos a ingresar en el club europeo que regiones en los que se ya se aplican las normativas comunitarias. "Es un error, por lo tanto, insinuar que los nuevos Estados independientes nunca podrían unirse a la UE. Sin embargo, es aún más deshonesto pensar que la adhesión sería rápida o fácil, incluso en las mejores circunstancias", advierte. El análisis de The Economist da por hecho por lo tanto que el ingreso no es automático y que, deberían negociarse hasta 35 capítulos, algo que, advierte, "se ha convertido en los más difícil en los últimos años".
Finalmente, se apunta que hay otro factor a tener en cuenta: los términos amistosos o no de la separación. Obviamente, si el acuerdo fuera amistoso, la adhesión sería más fácil al menos en el caso de Escocia. "La Gran Bretaña podría ser el más firme defensor (de la adhesión) y España, pese a sus reservas, no ha dicho nuncia que se interpondría en el camino de Escocia", indica, que añade que la negativa española al referéndum catalán no deja de ser un reconocimiento a que, en definitiva, "la UE no puede rechazar una separatista". En cambio, si el divorcio fuera "amargo" en el caso de Escocia; sería Londres, a juicio del articulista, quién pondría más difícil el reingreso en el club comunitario.

http://www.lavanguardia.com/politica/20140221/54402412482/economist-catalunya-escocia-readherise-ue.html

Jajajajaja ¡Ay que me troncho!

He visto que últimamente todos los periódicos de corte independentista y la mayoría de regionales catalanes han dado publicidad a este artículo del "The economist".

Es curioso como en Cataluña esto se ha tomado como si sentara cátedra. Los más idiotas le dan más valor a un artículo escrito por un periodista (seguramente influido por independentismo catalán o escocés) que a las palabras de los dirigentes de la UE basadas en los tratados. Así está el tema en Cataluña, a las leyes no les dan valor, a artículos de opinión los ensalzan hasta el cielo.

Pobre gente, con tanto victimismo, y el batacazo que se van a dar con o sin independencia... Está claro que el pesimismo no los abandonará nunca.

Amén de que no suelen obviar la parte del artículo que habla sobre el derecho a veto de España...

Escocia no sé, ya que Inglaterra asume su independencia, e incluso podría estar en la Unión sin tener que salirse de ella tal como dijo una vez Inglaterra.

Pero es que Cataluña es distinta, ya que es parte integra de España y no puede separarse así como así, solo si el pueblo español asume su independencia, si es una colonia, si está ocupado militarmente, o si violan sus derechos humanos...

Vamos, algo imposible visto con lo visto.

Pero no te imaginas la de borregos catalanes que se creen que son una colonia desde 1.714, que están ocupados militarmente desde Franco o que les violan sus derechos por no dejarles hacer el subnormal... así nos va, pero es lo que pasa cuando no tenemos presidente del gobierno.

Yo no se de donde saca The Economist, el que Cataluña si se separa de España va a tardar solo cinco años en volver a ser admitida en la Union Europea.
Parece que el periodico britanico, hace oidos sordos a lo que se dice en los mentideros economicos globales, y se fian más de lo que le dice un europarlamentario español.
¿Acaso el veto de España no iba a contar? ¿O el de Bélgica?, o el de Italia, que padecen las mismas fiebres separatistas que en España?.
Para mi, y creo no equivocarme, que periodicos como éste captan la opinión de algun politico español con influencia en Europa, para desprestigiar al actual Gobierno.
Ya hemos visto lo que pasó en el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrtasburgo.
Tambien hemos visto como se intenta desmantelar los astilleros, cuando a Francia y Holanda, por los mismos motivos de los que se la acusa a España siguen con sus astilleros funcionando.
Y ultimamente esa diputada sueca, criticando a España por el tema de los inmigrantes muertos, mientras que en Italia el numero fué mayor, y esta señora se mantuvo callada.
En Europa hay un español con influencia, proclive a torpedear al Gobierno de nuestro pais, para que el partido en el que milita, pueda llegar al poder.
Dice cosas en los periodicos y entre sus amiguetes europeos, que saben que no lo van a delatar, porque en el caso de The Economist, si lo hiciera, se quedaria sin su fuente, y los politicos de Europa tampoco lo van a revelar por aquello de la cortesia politica, que en Europa si funciona, pero en España no.

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Vaya hombre. Ya era hora de que reconocieras de que fuentes bebes tu.

Conozco personalmente a un catedrático residente actualmente en Valladolid que está especializado en temas referidos a la UE, desgraciadamente no recuerdo el nombre exacto de su cátedra, y al charlar mientras almorzábamos juntos sobre el asunto del separatismo y otras cuestiones referidas con la política (el tema del separatismo catalán a mí me afecta personalmente de forma emocional dado mi rama familiar materna es catalana y quieras que no eso influye en uno, aunque yo me siento más identificado con mi Asturias), siendo él firme europeísta además (una de las personas de que tengo noticia que más al dedillo se conoce los entresijos político-jurídico-administrativos de la mafia burocrática-oligárquica con sede central en Bruselas), y me dijo algo tal que lo siguiente, cito más o menos textualmente: "Es que además el debate es falso. Yo siento tirar piedras contra mi propio tejado, pero si alguien piensa que cualquier territorio español que se secesione y conforme una estructura nacional con Estado se va a ir de la UE, se irá por una puerta y entrará por la otra a una velocidad del rayo, porque va a unir acervo comunitario, constitución democrática y bueno, una economía más o menos maltrecha pero que forma parte del entorno económico europeo. Por lo tanto, estamos ante una "entrada exprés" otra vez a la UE. Entrada exprés. ¿Y alguien piensa que el gobierno español de turno va a vetarlo? ¿En la situación absolutamente fiduciaria que tenemos con respecto a la UE? Es absurdo.". Y esto me lo admitió todo un europeísta y experto en el tema. 

¿Que el Estado español no lo permitiría? Argumento ingenuo, aparte de por lo dicho por mi amigo, es como decir en 1986 que el Estado español no iba a desmantelar casi toda la industria y gran parte del sector primario español para ponérselo en bandeja a las multinacionales alemanas y francesas, y ya vimos lo que fue, y qué ha pasado luego. EL ESTADO ESPAÑOL ESTÁ NO AL SERVICIO DE ESPAÑA, SINO DE POTENCIAS EXTRANJERAS, DEL CAPITAL TRANSNACIONAL Y DE LAS GRANDES INSTITUCIONES GLOBALISTAS. Estas instituciones y élites, que son las que han financiado y promovido a los partidos políticos del Sistema (véase el papel de la CIA y el Partido Socialdemócrata alemán en el PSOE salido del Congreso de Suresnes), pilotan lo que sucede en nuestras élites políticas y, si deciden que Cataluña ha de ser independiente de España y pertenecer a la UE, conseguirán que el Estado español dé el visto bueno al reconocimiento por parte de Europa de nuestra propia desmembración nacional, igual que consiguieron en su día que las Cortes franquistas se hicieran el hara-kiri. A ver si ahora va a resultar que este país no está en manos de traidores a España y de vendepatrias desde la muerte de Franco, o antes (ahí está la colaboración que los asesinos de Carrero Blanco tuvieron dentro del propio aparato del Estado en su día). Antes, de hecho. Ya en el siglo XIX los liberales, tanto de derechas como de izquierdas, vendieron el país en cachitos a potencias extranjeras y al capital extranjero (después de sumir con sus desamortizaciones, el mayor robo colectivo de la Historia de España, a muchos millones de españoles en la pobreza, sentando las bases para que cuajaran movimientos como el anarquismo, el comunismo, el socialismo y demás y expulsando a millones de españoles a la emigración a Francia y América durante más de un siglo), y en esas estamos desde entonces. A ver si ahora va a haber que recordar, por ejemplo, qué sucedió en el abrazo de Ayacucho, o en el abrazo de Acatempan (y que luego, casualidades de la vida, se repitió en Vergara...), y un siglo antes del acceso al poder a los liberales ya nuestras cúpulas dirigentes se estaban llenando de masones, anglófilos, afrancesados y demás chusma que no tuvo dudas, por ejemplo, en sabotear los proyectos y propuestas de gente auténticamente patriota como el marqués de Esmeralda o mi paisano Jovellanos... Y es que a algunos les vendría bien leer y aprender más y escribir bastante menos de lo que escriben. De este tipo de mendrugos está tan llena la izquierda como la derecha, por supuesto.

Escocia no se, me pilla lejos y mucho mas lejos mi interés por los escoceses, pero Cataluña nunca va a dejar de ser España, como siempre a sido.

Cruz de Borgoña: En el supuesto de que España no utilizara su veto para prohibir la entrada de Cataluña en la U.E. debido a la cobardia de su castuza politica. ¿Crees que harian lo mismo los belgas, franceses e italianos?.
En esos paises no hay ni Zapateros, ni Rajoys. Puede que entre ellos haya alguno de la misma ralea que los dos españoles, pero cuando se trate de que alguien quiera escindirse de su territorio lo paga bastante caro, y además no se lo van a permitir.
Por consiguiente y para dar ejemplo de lo que les ocurriria a sus respectivos separatistas, veo muy dificil que apoyen la entrada de una Cataluña independiente en la U.E. Sobre todo por parte de Francia.

Y por otra parte resulta grotesco el comparar Escocia con Cataluña, porque aquellos si fueron un Reino independiente de Inglaterra, y entre ellos si hubo guerras, cosa que jamás ha sucedido entre Cataluña y el resto de España, y cuando se unieron junto con Gales para formar lo que hoy conocemos como Gran Bretaña, si que existió un pacto por el que se reconocia que Escocia era libre de marcharse de esa unión cuándo quisiera.
Los británicos no tienen Constitución en la que basarse para proclamar la indisoluble unidad del pais, mientras que en España si, y que por cierto, la votaron afirmativamente la gran mayoria de los catalanes.

"The Economist" pone el ojo en el hecho de que la UE no puede dejar fuera a 7 millones de personas que constituyen una de las regiones con mayor renta per cápita del sur de Europa.

La UE es un mercado, no un garante de las soberanías nacionales, no hay que fiarse.

Dudo muchísimo que la UE permita esto, porque hay muchos estados que tienen el mismo problema, y es de sentido común que no van a tirar piedras sobre su propio tejado creando base jurídica sobre rupturas de países miembros.

Aún así Cataluña, en caso de ser independiente, no me importaría nada de nada, que se maten ellos por sus propias manos, sea dentro o fuera de la UE. Lo que me interesaría en ese momento el benefício que caería sobre otras regiones a largo plazo al dejar de invertir en tierras ostiles que no dan ni las gracias para poder invertir en otros lados que lo necesitan más, como por ejemplo Extremadura, Aragón, etc.

El problema es que los catalanes tendrían que buscar otros mercados para sus productos, mientras que España podría comprar a cualquiera. El mejor remedio es dejar que los que no te quieren los zurzan y dedicarse a proteger lo nuestro. Esto, claro, tras la independencia.

Una cataluña independiente dejaría de tener esa renta per capita.¡
Pasaría a tener una economía tipo Kosovo.
¡No podría pagar ni las pensiones.¡
La U.E., no se si admitiría de buen grado a siete millones de pobres (eso en el caso de que TODOS los catalanes optaran por la independencia), cosa que dudo.
¿Y si a una declaración de independencia le sigue una guerra civil?
¿ Y si parte de cataluña decide quedarse en España?
¿Que se hace entonces?.

Lo que está claro es que normalmente las regiones que se escinden sufren un deterioro enorme de su economía en comparación con su situación anterior.

TRAJANO.v escribió:Cruz de Borgoña: En el supuesto de que España no utilizara su veto para prohibir la entrada de Cataluña en la U.E. debido a la cobardia de su castuza politica. ¿Crees que harian lo mismo los belgas, franceses e italianos?.
En esos paises no hay ni Zapateros, ni Rajoys. Puede que entre ellos haya alguno de la misma ralea que los dos españoles, pero cuando se trate de que alguien quiera escindirse de su territorio lo paga bastante caro, y además no se lo van a permitir.
Por consiguiente y para dar ejemplo de lo que les ocurriria a sus respectivos separatistas, veo muy dificil que apoyen la entrada de una Cataluña independiente en la U.E. Sobre todo por parte de Francia.

Lo cierto es que, exceptuando Bélgica, ninguno de los Estados que mencionas tiene pulsiones separatistas mínimamente comparables a lo que padecemos en España. Pero la clave es que el poder que busca la destrucción de España (y, a largo plazo, de todas las naciones) es mucho más influyente que el poder que representan esos Estados, por lo que quienes controlan esos Estados darán el visto bueno. Y una de sus sedes, aunque no la única (ni creo tampoco la más importante), es precisamente Bruselas.

Echa un vistazo a este mapa financiado por el PARLAMENTO EUROPEO:



Algunos os créeis que el hecho de que TODOS los partidos políticos separatistas antiespañoles sean al mismo tiempo acérrimamente europeístas es una mera casualidad, y eso sencillamente no es así.

http://spanish.ruvr.ru/2013_12_16/El-separatismo-arma-secreta-de-Bruselas-0987/

El separatismo, arma secreta de Bruselas




El año que viene amenaza con desembocar en un "desfile de soberanías" en Europa. Escocia realizará en septiembre un referendo sobre su independencia. Para noviembre el plebiscito sobre idéntica cuestión está fijada en Cataluña. Los expertos estiman que su ejemplo puede ser imitado por otras provincias de algunos estados. Y emiten una hipótesis a primera vista paradójica: la división de Europa en "principados feudales" puede ser conveniente para Bruselas.

La votación sobre la independencia de Cataluña está fijada para el 9 de noviembre de 2014. El gobierno de esta provincia española adoptó tal decisión a despecho de la prohibición directa de Madrid. Ya a principios del año que finaliza el parlamento catalán aprobó la declaración sobre la soberanía. Empero, la Corte Constitucional declaró inmediatamente ilegal este documento. El paso actual del gabinete de ministros de Cataluña fue comentado por la capital española en el mismo sentido: No habrá referendo alguno. En respuesta la provincia secesionista declaró: allí se proclamará unilateralmente su independencia.

Escocia efectuará su referendo sobre la escisión de Gran Bretaña el 18 de septiembre del año que viene. Londres se desvive por suavizar los agudizados problemas nacionales: permitió el referendo y concedió a Gales cierta autonomía económica.

Es difícil decir cuál de las posiciones es más conveniente: un "No rígido" de Madrid o el incierto "puede ser…" de Londres. Pero es lo más probable que los catalanes y los escoceses sean los pioneros en el "desfile de soberanías" europeo, considera el politólogo Leonid Savin:


–Creo que por el momento la cuestión va a resolverse directamente en España y Gran Bretaña. Y ellos pueden dar la pauta a otros movimientos. La cuestión no está en qué grado se dividan los estados: es posible que vaya a cambiar el propio mapa de Europa. Porque no fue trazado según principios étnicos. Por ejemplo, en Rumania hay un amplio territorio poblado por húngaros. Y Hungría plantea a permanencia esta cuestión. Por otro lado, puede haber intentos de reunificación de estados. Por ejemplo, en la ex Yugoslavia se dan ciertos intentos de reunificación de Montenegro con Serbia.

La idea de la integración europea en las últimas dos décadas ha devenido una suerte de bandera de licha de la UE. No obstante, cuánto más países engloba la UE, tanto más tierras aparecen en ella que acarician el ensueño de su independencia.

Contra tales problemas con brotes de conciencia nacional ni siquiera están asegurados los gigantes europeos: Francia y Alemania. París puede tropezar con adversidades no solo en Córcega, sino asimismo en Elsacia y Lotaringia. Berlín tiene su propio motivo de inquietud: incluso algunos de los connotados políticos opinan que Baviera hace tiempo que debiera declarar su independencia.

En Bruselas, empero, la aspiración de las naciones a la autodeterminación no genera sensaciones desagradables. Los funcionarios de la UE prometieron ya a los catalanes admitirlos en la Unión en caso de que se sobrepusieran a Madrid. Las mismas promesas recibieron los escoceses, los flamencos ansiosos de separarse de Bélgica, los habitantes de las ciudades del Norte de Italia. Según el parecer de algunos politólogos, la "epidemia" de separatismo es incentivada por Bruselas. Los funcionarios europeos quieren así arrancar los resortes de mando a los mayores países líderes de la UE. Con el actual sistema proporcional de toma de decisiones apenas cuatro de los cinco "grandes" europeos (Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y España) son capaces de imponer su voluntad a los demás veintitrés estados de la UE. La división de estos grandes en varios estados "históricos" más pequeños puede aumentar la gobernabilidad de la Europa unida. En tal caso el aparato de la UE contaría por fin con un papel real en la política paneuropea.

Antes España saldría de la Unión que tal cosa ocurra.