Sobre el encuentro de centenares de restos de sacrificios humanos en un yacimiento azteca

Por lo visto parece que esto no fue ninguna invención de los conquistadores españoles, precisamente. La noticia tiene unos seis años, pero no está de más recordarla.

http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=661

No se lo inventaron los españoles.

Encuentran centenares de restos de sacrificios humanos en un yacimiento azteca 

Cientos de esqueletos, encontrados en un yacimiento prehispánico descubierto recientemente en México, demuestran que los aztecas capturaron, sacrificaron y comieron parcialmente a cientos de personas que viajaban con una columna de las fuerzas conquistadoras españolas en 1520. El lugar fue rebautizado "Tecuaque", que significa "donde se comieron a la gente", por Hernán Cortés. Los prisioneros estuvieron enjaulados durante meses esperando su turno.



Los cráneos y huesos encontrados en la zona de Tecuaque, cerca de Ciudad de México, revelan que sacerdotes aztecas arrancaron el corazón a unas 550 personas, que luego fueron desmembradas y hervidas, informa Catherine Bremer, de la agencia Reuters. Las víctimas formaban parte de una caravana que fue interceptada porque viajaba lentamente; estaba integrada por hombres y mujeres mulatos, mestizos, mayas y caribeños.

La mayoría de las víctimas, indígenas

Los prisioneros estuvieron en jaulas durante meses mientras que los sacerdotes aztecas seleccionaban a unos cuantos diariamente para sacrificarlos, sacándoles el corazón en honor a sus dioses. "Durante seis meses el sacrificio fue continuo. Mientras los prisioneros escuchaban cómo eran sacrificados sus compañeros, otros iban siendo seleccionados", narró el arqueólogo Enrique Martínez, jefe de la excavación en la ciudad de Calpulalpan. Hay algunos restos de soldados españoles, pero son pocos; la mayoría pertenecen a la población civil que les acompañaba.

Algunas veces los sacerdotes y los ancianos del pueblo, que realizaban los rituales en las escaleras de los templos, se comían los corazones ensangrentados o la carne de brazos y piernas que se desprendía de los huesos al hervirlos. Cortes de cuchillo de obsidiana y marcas de dientes en los huesos son abundantes. Los aztecas blanqueaban los huesos con lima y los llevaban como amuletos. Algunos eran utilizados como ornamentos en los hogares.

Al enterarse de la prolongada masacre, el conquistador español Hernán Cortés renombró el lugar con el vocablo náhuatl "Tecuaque", que significa "donde se comieron a la gente", y envió a su ejército a acabar con sus habitantes, que, al saber que los españoles se aproximaban, tiraron las pertenencias de sus prisioneros a los pozos. "Escondieron todas las evidencias de lo que habían hecho con los prisioneros", concluyó Martínez.

Según el cronista de la conquista de México, el soldado Bernal Díaz del Castillo, al aproximarse al Templo Mayor y observar el altar de Huitzilopochtli, vio lo siguiente: "...éste tenía en las paredes tantas costras de sangre y el suelo todo bañado de ello, como en los mataderos de Castilla no había tanto hedor. Y allí le tenían presentado (al dios tutelar) cinco corazones de aquel día sacrificados...".

En fin, pues fue básicamente por eso que en su día Hernán Cortés, con unos pocos cientos de hombres mal pertrechados, pudo conquistar todo un imperio como era el azteca. Cortés y sus hombres contaron con la ayuda de todas las tribus de indios que estaban hartos de la opresión de los sanguinarios aztecas, que los esclavizaban, los sacrificaban y se los comían, y vieron en los españoles a sus libertadores. Lo que el artículo comenta sobre que los aztecas enjaulaban a sus víctimas se debe a que los aztecas engordaban y cebaban a sus víctimas durante meses, antes de practicar con esas víctimas previamente cebadas el canibalismo. Una de las tribus que apoyaron en su Conquista a Cortés era sólo y exclusivamente utilizada para ser usada en sacrificios humanos, el trato que los aztecas daban a dicha tribu no eran más que el de ganado concebido para ir al matadero en su momento. Ahora con el paso del tiempo y con la inoculación y promoción en Hispanoamérica de la ideología indigenista antihispánica seguramente no pocos de los descendientes de los miembros ese “ganado” cometen la incongruencia de llamar "genocida" a Cortés e idealizan a sus “antepasados aztecas”, poniendo el grito en el cielo si de les cuestiona, cuando esos antepasados no hubieran dudado ni un segundo en arrancarle el corazón a ellos y a sus familiares. Y es que los aztecas, con la consolidación y expansión de su imperio, ya estaban poniendo incluso en peligro de desaparición a miles de tribus amerindias.

En cualquier caso este artículo daba otro ejemplo más de la crueldad con que algunos pueblos precolombinos sojuzgaban y masacraban a otros indios, porque con la onda indigenista no se habla mucho de ello sino de "lo malos que fueron los españoles", y por eso es necesario sacar estas cosas a colación. Otro día habrá que hablar de otro hecho del que los indigenistas, curiosamente, no suelen hablar mucho, y es de la llamada "Conquista del Desierto" por parte de la República Argentina y de la "Pacificación de la Araucanía" por parte de la República Chilena durante el siglo XIX, hechos donde hubo verdaderas y macabras masacres de indios por parte de Gobiernos liberales anglófilos herederos de los mal llamados "libertadores". Pero todo esto (y en general lo relacionado con la fuerza actual de la Leyenda Negra y que incluso los Gobiernos del Estado español serviles a potencias extranjeras y a la plutocracia internacional financien, desde la "España oficial" esa Leyenda Negra y el propio indigenismo, cuyas primeras víctimas, de imperar, serán los propios criollos hispanoamericanos, como bien ha apuntado en alguna ocasión el historiador, entre otras cosas, colombiano Pablo Victoria) no deja de ser al fin y a la postre una consecuencia de que desde hace mucho tiempo vivimos en un mundo dominado por la cultura anglosajona, gran enemiga de España y de la Hispanidad. Y ya se sabe aquello de que la Historia la escriben los vencedores. Y otra razón importante es que los palos se los lleva siempre el árbol cargado de fruto (como indudablemente fue España, por lo que tampoco hay que extrañarse de las calumnias, muchas de ellas envidiosas, vertidas contra ella), no el estéril.

Un ejemplo es que es muy rara la ocasión en que alguna película de Hollywood, de supuesta ambientación histórica, en que si aparece España o los españoles de antaño no se les represente como unos malvados sanguinarios esclavistas, inquisidores quemajudíos, genocidas de indios y un larguísimo etcétera negativo. Sólo en contadísimas y raras acepciones pasa lo contrario, como en la película "Apocalypto" de Mel Gibson, imagino que más que nada porque Gibson de vez en cuando suele ir a contracorriente de lo que es habitual en Holywood, no es un tipo que comulgue con la dictadura de los políticamente correcto, encima, para más inri, es católico de origen irlandés y a pesar de ser ciudadano estadounidense no debe apreciar mucho no pocos de los aspectos de la sociedad angloamericana. Además es tradicionalista (él mismo lo dijo en alguna ocasión en una entrevista televisiva), tiene siete hijos, y, como digo, en general no suele comulgar con la llamada corrección política. Otra prueba relevante de ello fue el rodaje de la película "La pasión de Cristo", algunos allegados a Gibson le advirtieron, luego de ver el guión, que eso podría molestar mucho a los grandes productores y dueños-socios de los grandes estudios de cine, mayoritariamente judíos, pero Gibson siguió adelante y solo se limitó a decir que Los Evangelios dicen que fue así, y que por tanto así se filmaría. No solo lo hizo, sino que cuando le llovieron las críticas por la "crueldad" de las escenas, fue él mismo el que salió defender su obra.

En esta otra noticia, publicada recientemente y que nos llega también desde México, se trata sobre este tema:

http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/12/31/craneos-de-201ctzompantli201d-entre-los-hallazgos-por-obras-de-la-linea-12-del-metro-9993.html

Cráneos de “tzompantli”, entre hallazgos en obras de línea 12 del Metro



Escultura femenina. Foto tomada del sitio web del INAH.

México, DF. La ampliación de la línea 12 del Metro sacó a la luz numerosos vestigios prehispánicos, entre ellos tres cráneos humanos y uno de perro colocados en un altar y un centenar de entierros, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

http://www.cronica.com.mx/notas/2007/317065.html

Los mexicanos prehispánicos comían pozole con carne humana



Al igual que en el Neolítico en Europa, el canibalismo era una actividad frecuente en el México prehispánico, según un estudio realizado por un equipo de antropólogos de la UNAM, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad de Granada, sur de España. Miguel Botella, director del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, señaló que los más de 20 mil restos óseos estudiados por estos expertos han demostrado que el canibalismo era “sistemático”, lo que “posiblemente indica que lo llevaron los humanos que pasaron el estrecho de Bering cuando ocuparon el continente por primera vez”. El antropólogo señaló que en el México prehispánico, tras los sacrificios rituales en los que se ofrecían los corazones de la víctima a las deidades, el resto del cuerpo se cocía con maíz y era repartido entre todos los participantes en una especia de acto de comunión o sólo entre determinados sacerdotes. “Ocurría como en las actuales corridas de toros, donde todo sigue un ritual, pero una vez que muere, el animal es carne”, manifestó Botella. En la investigación se han recabado recetas de cocina de carne humana que recogieron los frailes españoles durante su labor evangelizadora tras la conquista, que señalan que nunca se tomaba asada y que era habitual añadirla al pozole. Según el testimonio de uno de estos frailes, la carne humana “sabía como la del cerdo”, de ahí que, tras ser prohibido su consumo durante la cristianización de los indígenas, fuera sustituida por el puerco. La manipulación de los cuerpos humanos para su ingesta —cortes, desuello, descarnado o cocción, entre otros— dejó marcas en los huesos, que han sido analizadas por estos expertos y han permitido determinar “toda la metodología utilizada en lo que constituían acontecimientos ritualizados”. Botella subrayó que es “interesantísimo” comprobar que las descripciones de estos rituales por parte de los frailes españoles “se corresponden con las marcas de los huesos estudiados”, por lo que concluyó que “exageraban bastante menos de lo que se suponía”. El equipo de investigadores, que lleva diez años enfrascado en este estudio, trabaja ahora en “unir las celebraciones de las que hablan los frailes españoles con las evidencias de canibalismo”. Se trata de una tarea “bastante complicada” porque la variedad de sacrificios prehispánicos era “enorme” y hay que estudiar “a qué fiestas o motivos se corresponde cada cual”. Una muestra de que el canibalismo era “sistemático” es que este antropólogo ha estudiado en Guadalajara más de 2.000 herramientas hechas con huesos humanos, desde punzones a arpones pasando por instrumentos musicales, lo que evidencia “una industria artesana establecida”. Es decir, el cuerpo humano no sólo sirvió para alimentar a esos pueblos, sino que generó una industria del hueso, que era considerado “el mejor material para las herramientas”.

Interesante, a los indigenistas no les gustará eso, o dice que es de su cultura...xd...