Políticos londinenses piden la secesión de Londres del Reino Unido

Sé que algunas de las noticias son del año pasado, pero aun así las expongo, dado que el tema volvió a salir a la palestra en la prensa británica en el pasado mes de agosto. 

El año pasado, Ken Livingstone, el ex-alcalde laborista de Londres (y candidato laborista en las últimas elecciones municipales londinenses), afirmó en una entrevista que si regresaba a la alcaldía, se impondría como objetivo independizar la ciudad de Londres y constituir una "República de Londres". En otras entrevistas se había mostrado más comedido, y había reclamado tan sólo competencias similares a la del área metropolitana de Nueva York (que por ejemplo dispone de un cuerpo policial propio).

http://www.totalpolitics.com/print/24983/interview-labours-london-mayoral-candidates.thtml

Cito textualmente de este enlace (necesaria la comprensión del inglés):

"What’s the one thing you would like to achieve as mayor?

KL: Total independence for London. A Republic of London. If London was independent we would have more people than half the members of the UN do, we’d be able to use more of our wealth to provide better infrastructure and a better quality of life instead of pumping £20 bn more into the national economy than we get back."

http://www.standard.co.uk/news/mayor/ken-livingstones-independent-republic-of-london-7581732.html

"Ken Livingstone today announced he will “declare independence” for London if he wins the race to be Mayor.


The Labour candidate said he wants to take over the capital’s NHS, housing and benefits system if elected on May 3.

Mr Livingstone — campaigning in Croydon — said he would persuade the Government to “devolve everything”.

In extraordinary comments, he told the Standard he will use “amazing charm and subtlety” to get New York-style independence for the capital. Mr Livingstone, 66, added: “I would actually declare independence and run the whole city. They can’t even run hospitals in London. Everything government does in London it gets wrong. If you look at the city of New York, the mayor runs the benefits system, some of the prisons even, and the healthcare and schools."

Éste es el sujeto de marras:

http://es.wikipedia.org/wiki/Ken_Livingstone



Por su parte, el actual alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, ha propuesto la concesión a la capital británica de poderes similares a los de Escocia: un parlamento metropolitano con amplias competencias legislativas autónomas, así como la soberanía fiscal plena respecto del Gobierno británico. No en vano, se estima que a día de hoy algo menos del 40% de todo el PIB británico se genera solo en el área metropolitana de Londres, constituyendo solo los servicios financieros de la City de Londres en torno a un 18% del PIB de todo el Reino Unido.

Éste es este sujeto:

http://es.wikipedia.org/wiki/Boris_Johnson



En este enlace que ahora expongo vienen recogidas las afirmaciones por parte de Johnson que he expuesto en el anterior párrafo:

http://www.theguardian.com/uk/2013/may/15/boris-johnson-london-tax-powers

(Nota aclaratoria sobre la información que viene en este enlace: Holyrood es la sede del parlamento autonómico escocés, sito en la capital escocesa de Edimburgo).

¿quien es su peluquero?  

Vamos, que si los ingleses pierden con el caso de Gibraltar puede que sea el preludio del fin misma de Inglaterra.

jajajaja....  Por eso mantienen la colonia y más Gibraltar el símbolo de la humillación al principal enemigo de Inglaterra.

Con las condiciones y características de la economía londinense (o incluso de la propia historia de la ciudad), una hipotética República de Londres bien podría convertirse en otra suerte de mini-Estado y paraíso fiscal (recordemos también que la mayor parte de los paraísos fiscales existentes hoy en el mundo son o han sido en algún momento o bien colonias, o dependencias, o dominios, o territorios, de la Corona Británica o del Reino Unido y, antes del Acta de Unión de 1707 y el Tratado de Unión de los reinos de Inglaterra y Escocia; de Inglaterra). No olvidemos que la Ciudad de Londres o City de Londres (que en la Edad Media suponía la extensión total de toda Londres), el barrio financiero de esa metrópolis, es uno de los centros financieros más importantes del mundo, probablemente el más  junto a Wall Street, en Nueva York. La diferencia más importante entre ambos centros financieros es que en Nueva York hay una mucha mayor ostentación de ello (sus imponentes rascacielos y megacorporaciones son una clara muestra de ello), mientras que los grandes capitalistas y financieros de la City no son particularmente aficionados a presumir ni enseñar ostentosamente sus enormes fortunas. Por lo general estos últimos suelen vivir apartados en sus mansiones y procuran no dar la nota, a diferencia de sus homólogos operando en Nueva York.

Fijarse en que hablan abiertamente de dinero. "Queremos más dinero, no queremos compartir nuestro bienestar con el resto de Inglaterra. Más dinero, más dinero." No hablan ni de RHs, ni de "naciones históricamente oprimidas", ni de mandangas similares a las que hay que oír por estos lares, con los separatismos "patrios".

Otro dato curioso: el actual alcalde de Londres precisamente nació en Nueva York, por lo que puedo observar en el enlace sobre él que nos ha brindado el estimado Republicano.

Al final todo es lo mismo y se reduce a querer, lo mio, mío y lo tuyo a medias.

Eso de a medias habria que verlo.
Data por satisfecho si accedieran a que te quedaras con una cuarta parte de lo tuyo.

HIMNOSHISTORICOS escribió:

¿quien es su peluquero?  

Una gallina escarbando le haría mejor peinado.

Un poco de Historia:

En 1938, el entonces primer ministro británico, Neville Chamberlain, justificó su actuación durante las negociaciones de Múnich, en que tanto él como su homólogo francés, Edouard Daladier, aprobaron la incorporación de los Sudetes (entonces parte de Checoslovaquia) a la Alemania nazi, alegando que emprender una guerra en aquel momento, cualquiera que fuera el resultado, conllevaría la destrucción del Imperio colonial británico. 

Si repasamos las consecuencias que tuvo la participación del Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial, el pronóstico formulado por Chamberlain resultó acertado, y la entrada del Reino Unido en aquel conflicto bélico tuvo consecuencias nefastas para ese país. La campaña de Francia de 1940 concluyó con una aplastante victoria militar de la Wehrmacht, las FF.AA. alemanas, no sólo sobre las tropas francesas, sino también sobre las británicas. Hitler fue el responsable de que la derrota de la Fuerza Expedicionaria Británica (enviada a Francia por el Gobierno británico para oponerse a la invasión alemana del país galo) no fuera completa, puesto que el Führer ordenó que se detuvieran las tropas alemanas durante tres días en los alrededores de la ciudad francesa de Dunkerque, posibilitando la evacuación de la FEB hacia Gran Bretaña, mediante la Operación Dinamo. Si se hubieran seguido los consejos de altos mandos militares alemanes como Guderian o Von Mannstein, 400.000 británicos y todo su material de guerra habrían sido capturados por la Wehrmacht, y la isla de Gran Bretaña habría quedado completamente desguarnecida, por lo que poco les habría servido el poder de su aviación frente al intento alemán de invasión de la isla. Lo más probable es que, mediante esa acción, Hitler pretendiera así facilitar un acuerdo del Estado que dirigía con el Imperio Británico. Por entonces también había ministros en el gabinete de guerra británico partidarios de alcanzar un acuerdo de paz con Alemania, sabedores de que los intereses internacionales de Alemania yacían en Europa Oriental y que una guerra de desgaste conllevaría la ruina y la destrucción del Imperio Británico.

La Segunda Guerra Mundial supuso un desastre para la nación británica: más de medio millón de jóvenes británicos murieron en la contienda y el Reino Unido sólo se salvó de la quiebra económica del Estado gracias a un préstamo de emergencia de los Estados Unidos en 1946, que el Reino Unido sólo se terminó de pagar en 2006, tras 60 años. Tras la guerra, el Reino Unido se vio obligado a conceder la independencia a la India, abandonar Palestina, conceder la completa independencia a Egipto y a Irak. Pocos años después vieron cómo las monarquías de estos dos últimos países islámicos, favorables al Reino Unido en política internacional, fueron sustituidas por regímenes panarabistas y prosoviéticos. Por su parte la Corona británica perdió en 1949 la Jefatura del Estado que todavía ejercía por entonces sobre el Estado Libre irlandés (aún hoy la Corona británica ostenta la jefatura del Estado en Canadá, Australia y Nueva Zelanda) se convirtió, mediante el "Acta de la República de Irlanda" en la actual República de Irlanda, pasando las funciones que el titular de la Corona británica ostentaba como Jefe del Estado libre irlandés a la figura del Presidente de la República irlandesa. En suma, la Segunda Guerra Mundial acabó con un Imperio Británico que había costado siglos construir y con la soberanía de los reyes ingleses sobre Irlanda, que duraba ya ocho siglos, desde la segunda mitad del siglo XII.

El conflicto mundial demostró que la geografía seguía siendo tan importante como nunca a la hora de determinar las esferas de influencia de las superpotencias. La prueba más evidente de ello es que en 1945 la hegemonía en el plano internacional fue transferida a países respaldados por inmensas masas continentales, América del Norte en el caso de Estados Unidos, Eurasia en el caso de la Unión Soviética.

El Imperio Británico alcanzó su cénit, su punto de máximo esplendor, en la década de 1880. A partir de ese momento, el número de barcos de la Royal Navy británica comenzó a descender progresivamente (como también está sucediendo en Estados Unidos desde la época de la Administración Reagan). El propio Joseph Chamberlain, padre de Neville Chamberlain y uno de los políticos y empresarios británicos más importantes de finales del siglo XIX y comienzos del XX, afirmaba en la década de 1890 que el gran coloso se tambaleaba. El corazón del Imperio Británico era la India, que abarcaba (y abarca) la sexta parte de la Humanidad. Una vez independizada la India, el Imperio Británico duró tan sólo 15 años.

El nacionalismo indio comenzó a desarrollarse en la segunda mitad del siglo XIX (el Congreso Nacional Indio, que lideraría el movimiento independentista indio, se fundó en 1885), pero sólo adquirió un carácter verdaderamente amenazador para los intereses británicos después del fin de la Primera Guerra Mundial. En el año 1912 los Gobiernos británicos habían trasladado la capital del Raj británico desde Calcuta a Nueva Delhi, en el centro de la llanura indogangética, habían acometido una importante reforma administrativa y militar. El general Kitchener unificó los ejércitos de las tres presidencias de la India (Bomba, Madrás, Calculta) en uno sólo, el Royal Indian Army, compuesto por efectivos indígenas, que durante la Primera Guerra Mundial cumplió un importante papel en el frente de Oriente Medio. La Gran Guerra demostró a las élites indias que una India independiente podría hacerse con la hegemonía en el sur de Asia. En el año 1928, el Congreso Nacional Indio formuló una exigencia inmediata de independencia de la India a las autoridades británicas, según esta exigencia la India debía transformarse en, como mucho 2 años, un dominio de la Corona británica como Canadá o el Estado Libre de Irlanda. Alarmantes eran también para las autoridades británicas las actividades de Gandhi, que estaban contribuyendo a expandir en gran manera el nacionalismo indio entre las clases bajas de la sociedad india. Los británicos crearon una Ley de Gobierno Local en el año 1935, que aunque ampliaba las competencias de las provincias, aún mantenía la administración central (Defensa, Asuntos Exteriores, Correo, Telégrafos, etc...). 

El verdadero golpe para las autoridades imperiales británicas en la India fueron las elecciones regionales de 1935. Los británicos habían intentado disgregar a la población india en varios grupos enfrentados entre sí: musulmanes contra hindúes, arios contra drávidas, parias contra el resto de la población. En el sur de la India durante la década de los años 20 gobernó un partido nacionalista drávida pro-británico, el Partido del Progreso, partidario de segregar el sur de la India y crear allí un territorio autónomo dentro del Imperio Británico. Por otro lado, el doctor Ambedkar, representante de los parias, había intentado crear un electorado separado para los mismos. Sin embargo, las elecciones de 1935 conllevaron el colapso del Partido del Progreso en la provincia de Madrás, y su relevo por el Congreso Nacional Indio, liderado por Ragochalapari. En toda la India se repitió el aplastante triunfo de las fuerzas independentistas indias, salvo en las zonas musulmanas, donde se alzó con la victoria la Liga Musulmana de Ali Jinnah.

Debido a este gran avance del independentismo en casi toda la India, que era vital para el Imperio británico, era evidente que éste estaba en las últimas. A pesar de todo, el gobierno de Londres decidió continuar con la 2º Guerra Mundial en 1940. Por ello, en el año 1942 hubo un alzamiento en la India, el Movimiento Quit India, que estuvo a punto de triunfar (de hecho los dirigentes estadounidenses estuvieron presionando al entonces primer ministro británico, Winston, Churchill para conceder inmediatamente el estatus de dominio a la India), pero que finalmente pudo ser a duras penas controlado, encarcelándose a los jefes del Congreso Nacional Indio. Por estas fechas se creó el Ejército de la India Libre por parte de Subhas Chandra Bose. Aunque militarmente no supuso una amenaza para los británicos, las actividades de Bose y los juicios a los generales de su ejército a finales de 1945, contribuyeron a generar un profundo sentimiento antibritánico entre la población india que finalmente culminó con el motín de la marina india de Febrero de 1946. Los informes de los servicios secretos británicos eran alarmantes, puesto que revelaban que las autoridades británicas en la India ya no podían confiar en las fuerzas nativas del Royal Indian Army para aplastar una futura revuelta nacionalista india. Consecuentemente, en Marzo de 1946 el nuevo primer ministro británico, Clement Attlee anunció en el Parlamento su voluntad de conceder la independencia a la India, y fijó Junio de 1947 como fecha límite de retirada. Attlee consideraba que, fueron las actividades de Bose durante la II Guerra Mundial y no las de Gandhi (a pesar de su labor en la expansión de la base social del independentismo indio) las que catalizaron el colapso de la administración británica en la India.

¿Por qué se decidió en el Gobierno británico seguir en la Segunda Guerra Mundial, a pesar de todo lo apuntado más arriba? Hay que tener en cuenta que a pesar de la caída del Imperio Británico y de que en 1945 Estados Unidos poseía el 50% del PIB mundial, Londres siguió siendo la principal plaza financiera del mundo. Aún hoy, el 40% de las operaciones financieras del Mundo se realizan en el Reino Unido o en alguno de sus territorios de Ultramar (Isla de Man, Gibraltar, etc...), frente a la exigua cuota del 10% que tiene el sector financiero estadounidense. Por otro lado, desde los años 60 hemos venido siendo bombardeados por creaciones culturales angloamericanas, particularmente británicas. Los artistas británicos acaparan aún hoy el 12% de las ventas de música en todo el mundo. La música pop británica fue y sigue siendo una extraordinaria fuente de regalías y divisas para la economía del Reino Unido. Sin su sector financiero y sin su industria cultural, probablemente en el Reino Unido habría un nivel de vida inferior al de España, puesto que cuentan con unas cifras de exportaciones parejas a las españolas (y con unos 16 millones de habitantes más que España), con la diferencia de que su sector turístico es mucho más pequeño que el español.

Los ingleses tienen fama merecida de ser un pueblo pragmático, pero su decisión de seguir con la guerra en 1940 fue aparentemente suicida. Considero que a partir de mediados de los años 30, las élites financieras de la City de Londres comenzaron a alarmarse ante el colapso del Imperio Británico y la posible decadencia, como consecuencia, de la metrópolis londinense, como plaza financiera. Se decidió, pues, liquidar el Imperio Británico y transferir la hegemonía a los Estados Unidos de América a cambio de preservar la posición de la City de Londres como plaza financiera global. Esto explicaría el triunfo de los belicistas en lo referente a la postura del Reino Unido frente a la Segunda Guerra Mundial, y probablemente existieron pactos secretos en estas fechas entre las élites norteamericanas y las élites de la City de Londres. A fin de cuentas, los americanos mantuvieron la vigencia de la Ley Glass-Steagall durante 70 años, inhibiendo con esa política el crecimiento de Nueva York como plaza financiera en detrimento de Londres, que así pudo mantener la hegemonía como plaza financiera.

Hoy día estamos en un proceso de decadencia y declive como superpotencia de los Estados Unidos, que, como en su día el declive del Imperio británico, amenaza con conllevar a su vez el declive de la City de Londres como plaza financiera. Las últimas propuestas aparecidas en los diarios económicos británicos, que proponen la secesión de la ciudad del Reino Unido, son intentos a la desesperada de desvincular políticamente a Londres de las potencias anglosajonas y transformarla en una plaza finaciera neutral, una especie de megalópolis que no es ni europea, ni asiática ni africana, sino todo esto a la vez, y susceptible de seguir manejando el cotarro financiero mundial aun a pesar del declive geopolítico de los imperio anglosajones.