El Papa, sobre los homosexuales: puro Catecismo

El Papa, sobre los homosexuales: puro Catecismo

Nada nuevo. Nada que no dijeran Benedicto XVI o Juan Pablo II. Nada de polémica.



Las palabras del Papa Francisco sobre la homosexualidad -"mientras la orientación sexual no es un pecado, sí lo pueden ser sus actos" o "si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? - y la presencia de la mujer en la Iglesia - "La puerta está cerrada' a la ordenación de la mujer"- siguen las líneas marcadas por el Catecismo de la Iglesia Católica en el caso de los gais y reiteran lo aprobado por Juan Pablo II, que cerró las puertas al sacerdocio femenino.
Sus palabras, que han levantado una gran expectación dejan sin embargo con un palmo de narices a quienes veían un "cambio de época" en la Iglesia. "El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se debe marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad", dijo el Papa. Y así es.  
El catecismo dice en el apartado 2357 que un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas y que "esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba".
"Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición", señala el Catecismo. El papa Bergoglio siguió esa línea a la hora de expresarse sobre los gais y no manifestó ningún comentario que fuese contrario o supusiese un cambio radical a lo que dice el Catecismo.
Este, apoyándose en la Sagrada Escritura, considera las relaciones homosexuales "depravaciones graves", "actos intrínsecamente desordenados, contrarios a la ley natural y que no pueden recibir aprobación en ningún caso".
Las mujeres
Sobre las mujeres, Francisco abogó por un mayor papel para ellas en la Iglesia, pero rechazó que puedan acceder al sacerdocio al señalar que sobre ese tema "la Iglesia ha hablado y ha dicho no".
"Lo dijo Juan Pablo II con una formulación definitiva. Esa puerta esta cerrada", afirmó. Más claro no pudo ser. No obstante, al igual que el papa Wojtyla, que publicó la carta Apostólica sobre la dignidad de las mujeres "Mulieris Dignitatem, y Benedicto XVI que exigió que se les reconozcan los mismos derechos que al hombre, Francisco está de acuerdo en que debe aumentar el papel de la mujer en la Iglesia, pero no hasta el sacerdocio.
"Su papel no es sólo la maternidad, ser madre de familia. Es más fuerte, es el icono de la Virgen, la que ayuda a crecer a la Iglesia", dijo Francisco, que insistió en que una mujer tiene que ser en la Iglesia "algo más que ser monaguillo o presidenta de Cáritas".
La Virgen María -subrayó- "era más importante que los obispos y curas".
"Esto es lo que debemos explicar mejor", subrayó Francisco, que reconoció que "no hemos hecho una profunda teología de las mujeres en la Iglesia".
En las palabras del Papa se ve el deseo de intentar explicar que las mujeres, como la Virgen, están por encima de los obispos y que no necesitan estar ordenadas sacerdotes. Habrá que esperar a ver cómo se formula esta postura.
Aunque no hay novedad en las palabras del pontífice, sus manifestaciones fueron acogidas con júbilo y aplausos por grupos homosexuales, que aseguran que "por primera vez" un papa no les ofende y filósofos católicos, como el italiano Giovanni Reale, que ha editado libros de Juan Pablo II, y ha asegurado que se trata de un "cambio de época" en la Iglesia.
Para el presidente de la región italiana de Puglia, Niki Vendola, homosexual declarado, el papa, "de una tacada" ha hecho una operación "asombrosa, separando el tema de la homosexualidad de la pederastia", mientras que el líder de los Verdes, Angelo Bonelli, habla de palabras "revolucionarias e históricas".
Una fuente vaticana comentó a Efe que Francisco "repite con una sonrisa", lo que Benedicto XVI decía con semblante más serio, y ambos siguiendo las instrucciones ya dadas durante el pontificado de Juan Pablo II.

 http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/iglesia/papa-sobre-los-homosexuales-puro-catecismo-20130730

Mucho progre patrio (perdón por la antítesis) venden con sumo alborozo algunos detalles meramente formales del Papa Francisco como si se tratase de que la Iglesia vaya a aceptar ahora el gaymonio, el sexo descontrolado, y otros experimentos al uso. Mucha ignorancia, ante todo.

¿Nada de polémica? Disiento. La actitud de la Iglesia, perfectamente estudiada y calculada para presentarse con su mejor cara, la mayor de las comprensiones y la actitud más abierta y conciliadora que uno se pueda imaginar, contrasta con otro tipo de discurso, repleto de eufemismos pero cuya intención queda bien clara...para quien lo sepa ver. 

Para empezar, la Iglesia católica sigue pontificando sobre las tendencias y los comportamientos de gente que nada tiene que ver con ellos ni con su fe, lo cual es, ya de entrada, muy revelador.

Expresiones como "...esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba", "depravaciones graves" o "contrarios a la ley natural" no casan bien con esa actitud supuestamente conciliadora. "Palos", eso sí, desde el "cariño".


En fin, lo mismo de siempre con palabras más o menos suaves. Nada cambia, todo sigue igual. 


La Iglesia es muy libre, desde luego, de establecer las normas que estime oportunas en su seno, y quienes quieren pertenecer a ella deberán respetar sus criterios, o marcharse. Pero son perfectamente criticables como se critican las de cualquier otra religión, y sobre todo cuando trascienden los límites de su ámbito y hablan de los demás. Hace poco ha habido gran conmoción a raíz de las palabras de un estudioso del Corán que denigraba a las mujeres, pero hasta no hace tanto, la Iglesia católica también imponía usos y costumbres a la hora de permitir determinadas prendas en las mujeres que hoy, desde luego, no se les ocurriría criticar. Otro ejemplo más de lo mucho que se equivocan y de la pérdida de credibilidad que han venido sufriendo en los últimos años. Por sus propios errores. Ahora quieren guardar un poco más las formas, pero siguen metiendo la pata.


¿Ley natural? Es increíble que en pleno siglo XXI sigan vendiendo esa excusa para mantener sus prejuicios contra determinados grupos. Y más increíble aún es que aún haya gente que se lo crea. 


Lo dicho, con "sonrisas" o con "semblantes serios", hay cosas que poco cambian.

Persia escribió:


 Es increíble que en pleno siglo XXI sigan vendiendo esa excusa para mantener sus prejuicios contra determinados grupos. Y más increíble aún es que aún haya gente que se lo crea. 

 ¿Qué prejuicios? ¿A qué grupos te refieres? Contra los homosexuales nada de prejuicio sino una doctrina sabia y humana, que les ofrece un camino de dignidad y libertad.

¿Te parece increíble que siga habiendo católicos? Dos millones de jóvenes acaban de acudir a la llamada de la Iglesia de Cristo en Rio de Janeiro. ¡SIGUE ESPERANDO, PERSIA, tienes Iglesia para rato!