EA se ofrece a los proetarras para liderar una candidatura soberanista

Los proetarras muestran de inicio su disposición a «unir fuerzas», a la espera de la sentencia de ETA. La izquierda abertzale estaría así en los comicios de marzo en un proyecto que aspira a ser la tercera fuerza política

Importar al País Vasco el modelo Nafarroa Bai


EA quiere extender al País Vasco el modelo Nafarroa Bai que, con cierto éxito, se presentó en las pasadas elecciones al Parlamento de Navarra, ya que logró captar a amplios sectores de la «izquierda abertzale», que prefirieron el voto útil de un abertzalismo desarmado a la inútil abstención que predicaba un radicalismo a punto de quedar desterrado de las instituciones autonómicas. El modelo ya se exportó hace dos años a «euskadi norte», y ahora EA intenta trasladarlo al País Vasco. Es precisamente lo que temía ETA. La incógnita está en comprobar si la banda intentará sabotear la iniciativa o si, por el contrario, acabará por darle la vuelta y controlarla para sacar a Batasuna de su aislamiento político








Eusko Alkartasuna pretende dar un vuelco al mapa político vasco liderando un «bloque soberanista», que englobaría a la parte del mundo político de ETA que estuviera dispuesta a embarcarse en un proyecto electoral, ahora que carecen de «marcas» electorales. La intención de la formación política que nació hace 22 años como una escisión del PNV es convertirse en tercera fuerza política, desplazando al PP, y jugar un papel similar al de ERC en Cataluña, lo que podría llevarles a pactar con el PSE.


El secretario general de EA, Unai Ziarreta, explicó ayer que el «gran movimiento independentista» que quiere fomentar tiene como objetivo conseguir la independencia del País Vasco, frente a un PNV que, en su opinión, está dispuesto a renunciar a la defensa del derecho a decidir a cambio de una reforma del Estatuto.

La rapidez con la que EA anunció el pasado lunes que no acudiría en coalición con el PNV a las próximas elecciones autonómicas vascas, sin cerrar el debate interno, ya que la dirección del partido en Guipúzcoa no era partidaria de la ruptura con el partido liderado por Íñigo Urkullu, parece deberse, según se especulaba ayer en círculos políticos vascos, a los contactos que mantiene en estos momentos EA con el entorno político de ETA.

Ayer mismo, dos miembros de plataformas pro-etarras ilegalizadas, Joserra Etxebarría y Amparo Laceras, que dijeron hablar en nombre de la «izquierda abertzale», comparecieron en rueda de prensa en Bilbao para mostrar su disposición a realizar «un trabajo en común» y «unir fuerzas» con EA en busca de un proyecto soberanista que «evite un nuevo fraude y terminar de una vez por todas con la noria autonomista que nos quieren imponer el PNV y el PSOE». «Si EA está dispuesta a superar el tope constitucional, la izquierda abertzale no tendrá ningún inconveniente en realizar un trabajo en común», señalaron.

La mayor incógnita en estos momentos es cuál será la posición de ETA, ya que Ziarreta dejó claro que quería los votos de Batasuna, pero sin repetir el esquema de una Batasuna supeditada a ETA. El presidente de EA dijo que su intención era «devolver la ilusión a un electorado abertzale que se ha alejado de las urnas por la persistencia de la violencia de ETA». «La solución sólo puede llegar mediante la articulación de un gran movimiento soberanista que logre, por vías pacíficas y democráticas, la adhesión mayoritaria de la ciudadanía para avanzar hacia un nuevo marco legal en el que todos los proyectos políticos, también el independentista, como sin ambages defiende Eusko Alkartasuna, puedan materializarse», insistió Unai Ziarreta. Los representantes filoetarras, por su parte, hablaron de tres objetivos que les llevarían a unir fuerzas con EA: porfiar por la superación del actual marco político, la independencia y un modelo social «opuesto al neoliberalismo del PNV».
Portavoces de la «izquierda abertzale» aseguraron estar dispuestos a secundar la plataforma



El presidente de EA justificaba la decisión de su partido de no reeditar la coalición electoral con el PNV por la «involución política» que, a su juicio, se ha producido en el partido dirigido por Urkullu y que ayer mismo Egibar, el dirigente del PNV más próximo al entorno etarra, negaba tajantemente. La opinión de Ziarreta coincide con la de los filoetarras.

Confrontación con el Estado

Ziarreta, al igual que los portavoces oficiosos de la denominada «izquierda abertzale» que comparecieron ayer, censuraron la última propuesta de la dirección del PNV de conseguir un «concierto político» con el Estado. Según Ziarreta, en estos momentos el PNV no contempla la «confrontación democrática, siempre pacífica», según dijo, «con el Estado español», y esa confrontación sería el objetivo del bloque soberanista que pretende liderar.

Los cálculos políticos en el País Vasco se abren si cuaja el llamado «movimiento independista»



La decisión del todavía socio de Ibarretxe en el Gobierno vasco perjudica seriamente al PNV, al permitir al PSE que acorte distancias en unas elecciones autonómicas que se prevén reñidas. El partido dirigido por Urkullu, que ha estado en las últimas semanas muy preocupado por la pérdida de electorado moderado a favor del PSE, contempla ahora cómo los radicales tienen otra opción distinta que su partido.

Al margen de la incógnita sobre si el PSE conseguirá desbancar al PNV como primera fuerza política en el País Vasco, un bloque soberanista es un nuevo dato a tener en cuenta a la hora de los pactos en una comunidad tan fragmentada políticamente que nadie puede gobernar solo. Cabe recordar que el propio tripartito que forman en estos momentos PNV, EA e IU no tiene mayoría absoluta, ni siquiera con el apoyo que les presta habitualmente Aralar. La formación política que lidera Patxi Zabaleta, que intentó hace ya años atraer el voto de la «izquierda abertzale» crítico con el terrorismo etarra, podría desaparecer o ser absorbida por el «bloque soberanista» liderado por EA.

En función de si el nuevo intento de formar una «izquierda abertzale» no asociada a ETA cuaja en las elecciones autonómicas que se celebrarán dentro de cuatro meses, se podría formar en el País Vasco un «pacto a la catalana», como apuntan las reflexiones del PP, en referencia a un Gobierno socialista soportado por el nacionalismo radical, o incluso reeditar el actual tripartito, lo que no fue descartado ayer ni por el PNV, ni por EA, aunque no es el horizonte con el que trabajan ambas formaciones políticas.

Antes de la iniciativa del «gran movimiento independentista» de EA, se empezaba a dar por seguro en círculos políticos vascos que el PNV volvería a los acuerdos con el PSE de la época del lendakari Ardanza, pero el panorama está ahora muy confuso para todos.