Desmantelada una red que ayudó a huir a cinco yihadistas del 11-M

Cinco años después del atentado islamista del 11-M, las investigaciones sobre la célula yihadista que provocó el asesinato de 192 personas aún no se han cerrado. Ayer, la Policía detuvo a doce individuos -cuatro se estaban ya en prisión- que supuestamente integraban una red que ayudó a huir de España a cinco implicados en la matanza. El entramado, además de enviar terroristas a Irak con la misión de cometer acciones suicidas contra las tropas extranjeras y otros objetivos fijados por Al Qaida, realizaba labores de captación, adoctrinamiento y financiación.
La «operación Amat», dirigida por el juez Baltasar Garzón, se desarrolló en las localidades de Cerdañola del Vallés, Santa Coloma de Gramanet y Badalona (Barcelona), Madrid y Algeciras (Cádiz), con registros en los domicilios de los arrestados, donde los agentes se incautaron de información en papel y en soporte informático. Además de los ocho supuestos yihadistas, fueron arrestados otros diez individuos que convivían con ellos. Sobre estos últimos, la Policía investiga si tienen alguna relación con la trama o si contra ellos existen causas abiertas por otros delitos.

Los investigadores creen que Othman El Mouhib también murió en un atentado suicida en territorio iraquí

La red desarticulada -según el Ministerio del Interior-acogió, ocultó y facilitó la huida a cinco implicados en los atentados: Mohamed Larbi Ben Sellam, Daoud Ouhnane, Mohamed Afallah, Othman El Mouhib y Abdelilah Hriz. El primero, que cumple seis años de condena por pertenencia a organización terrorista, fue acusado de haber facilitado la huida de Mohamed Afallah y Mohamed Belhadj a través de Barcelona la noche del 3 al 4 de abril de 2004. En la sentencia del 11-M se señala que Ben Sellam, «conocedor de que Mohamed Afallah se había ido a Irak y pretendía suicidarse en una acción terrorista, encargó a un discípulo suyo, Mohamed El Idrissi -al que había propuesto que se marchara también a Irak- que comprase un teléfono móvil para hacérselo llegar al padre de Afallah con el fin de éste pudiera despedirse» de su hijo. Meses después, la Policía comprobó que el huido se inmoló en un atentado en Irak.

El mismo destino tuvo, según los investigadores, Daoud Ouhnane, cuya huella se encontró en una bolsa que contenía detonadores y que estaba en el interior de uno de los coches utilizados para trasladar las bombas desde Morata de Tajauña a la estación de tren de Alcalá de Henares. Ouhnane, al igual que Afallah, llegó a Irak vía Siria, país que sirve de plataforma para los «mujahidines» que se trasladan a territorio iraquí para convertirse en terroristas suicidas.

Abdelilah Hriz, encarcelado en Marruecos, coincidió con Ouhnane y Alfallah en Siria, donde fue detenido y posteriormente entregado a las autoridades alauitas. Su ADN apareció en todos los escenarios del 11-M: en Morata, donde se prepararon las bombas; en el Skoda en el que llegaron a Alcalá de Henares y en Leganés, donde se suicidaron siete terroristas.

Sin embargo, de Othman El Mouhib no existe ningún dato que pruebe su intervención directa en el 11-M y los elementos que hay en su contra son testimonios de varios individuos. Para los investigadores, Mouhib también murió en un atentado suicida en Irak.

La «operación Amat» es continuación de las realizadas en 2005, bajo el nombre de «Operación Tigris», en la que se desarticuló una estructura terrorista que se encargaba del adoctrinamiento, reclutamiento, financiación y envío de terroristas a Irak, con la misión de cometer acciones suicidas contra las tropas extranjeras.

Los detenidos ayer son My Mhamed Idriss Hachim, My Driss Ben Moussa, Youssef Ben Moussa, Bilal Ben Moussa, Abdelaziz Laakel, Fouad Dkikar, Mohamed Ben Hesaien y Mostafa Filali. Este último fue puesto en libertad bajo fianza por Garzón, tras ser arrestado en la «operación Tigris». Horas después de estas capturas, fueron arrestados Samir Tahtah en su celda del Puerto I; Kamal Ahbar en la prisión de Teixeiro (La Coruña) (testigo en el juicio del 11-M), a Omar Nakcha en la de Zuera (Zaragoza) y Driss Belhadj en Dueñas (Palencia).

'OPERACIÓN AMAT'
El golpe policial al terrorismo islamista se salda con 12 detenidos
Uno de los islamistas fue puesto en libertad bajo fianza por Garzón en la 'Operación Tigris'
Son sospechosos de ayudar a huir a varios implicados en los atentados del 11-M

Vídeo: Atlas | Foto: EFE

Actualizado viernes 17/10/2008 09:48 (CET)

ELMUNDO.ES | EUROPA PRESS
MADRID.- La policía ha detenido a otras cuatro personas relacionadas con la célula islamista desarticulada este jueves por mañana, todos ellos sospechosos de haber ayudado a huir a varios imputados por el 11-M. El grueso de la 'operación Amat' se cierra así con 12 personas arrestadas. Aún se está analizando la documentación incautada, así que no se descarta que se pudiese producir alguna detención más, según fuentes de Interior.

Se da la circunstancia de que los cuatro nuevos detenidos ya se encontaban en prisión por delitos de terrorismo, tras ser arrestados en la primera fase de la 'Operación Tigris'. Se trata de Samir Tahtah (nacido en Marruecos y encarcelado en el Puerto de Santa María, Cádiz), Kamal Ahbar (argelino detenido en Teixeiro, La Coruña), Omar Nakhcha (marroquí ingresado en la prisión de Zuera, Zaragoza) y Driss Belhadi (también de origen marroquí y detenido en su celda de Dueñas, Palencia).

La Audiencia Nacional considera a Nakhcha el máximo dirigente de la red terrorista dedicada al envío de 'muyahidines' a Irak hasta su detención a finales de 2005.

No es raro que en este tipo de operaciones contra células islamistas se produzcan detenciones dentro de las prisiones, debido a las conexiones de estas redes islamistas dentro de las prisiones. Al igual que los otros ocho detenidos, Tahtah, Ahbar, Nakhcha y Belhadi pasarán a disposición

El caso de Filali


Once de los doce detenidos. (Foto: EFE)

Mostapha Filali, uno de los presuntos islamistas detenido esta madrugada por agentes de la Policía Nacional, también fue detenido en el marco de la 'Operación Tigris'. El presunto islamista fue puesto en libertad bajo fianza por el juez Baltasar Garzón mediante el auto de procesamiento contra los detenidos en la primera fase de aquella operación, informaron fuentes de la investigación.

Filali fue detenido en Madrid acusado de participar en actividades a favor de la organización terrorista Al Qaeda, relativas al reclutamiento, selección, financiación y envío de 'muyahidines' al conflicto irakí. En el auto de procesamiento dictado por el magistrado de la Audiencia Nacional en junio de 2007, Garzón acordó libertad bajo fianza de 6.000 euros para Filali, bajo la condición de presentarse semanalmente en el juzgado más próximo a su domicilio y comprometiéndose a no abandonar España.

A los 12 detenidos en la 'Operación Amat' se les relaciona con labores de apoyo en la ocultación y posterior huída terroristas de Al Qaeda, entre ellos algunos de los implicados en los atentados del 11-M, en concreto Mohamed Larbi Ben Sellam, Daoud Ouhnane, Mohamed Afalah, Othman El Mouhib y Abdelilah Hriz.

Todos ellos serán puestos a disposición del Juzgado Central de Instrucción número Cinco de la Audiencia Nacional, del que es titular el juez Baltasar Garzón.

Análisis de la documentación incautada
Aunque el grueso de la operación se ha cerrado con esta docena de detenciones, todavía se está analizando la documentación incautada, así que no se descarta que se producta alguna otra detención, según Interior.

En los registros de las casas de los detenidos se han intervenido tres ordenadores, varios teléfonos móviles, diversa documentación y material informático así como resguardos de envío de dinero y unos 7.000 euros en metálico.

Las investigaciones que han llevado a esta operación, denominada Amat, son continuación de las llevadas a cabo en el año 2005, bajo el nombre de 'Operación Tigris', en la que se desarticuló una estructura terrorista que se encargaba del adoctrinamiento, reclutamiento, financiación y envío de terroristas a Irak, con la misión de cometer acciones suicidas contra las tropas extranjeras y otros objetivos fijados por la organización Al Qaeda.

El 8 de junio de 2007, Garzón dictó un auto de procesamiento contra los 32 detenidos hasta ese momento en el marco de la 'Tigris'. Trece de ellos debían seguir en prisión, entre ellos los cuatro detenidos en las cárceles, donde se encontraban en situación preventiva, a la espera de juicio.