Los argumentos que se dan para fomentar las consultas

1. Democracia

Votar el próximo 13 de diciembre es volver a la esencia de las cosas, a
los orígenes, a la democracia de verdad. Vivimos una época llena de
mensajes publicitarios, de campañas electorales permanentes, de luchas
partidistas, de manipulaciones sin escrúpulos, de prometidas
electorales que no se cumplen, de abusos terminológicos y de violencia
simbólica. Vivimos dentro
de un estado que tiene asumido que la democracia existe porque su
constitución habla de monarquía parlamentaria y de cuatro derechos por
aquí y cuatro más por allá, pero que tiene secuestrada cualquier
posibilidad de cuestionar la constitución desde la democracia. Por esto
votar es un acto de democracia universal y tiene toda la fuerza que
pueda tener la expresión de un individuo que envía un mensaje
directamente al colectivo, sin intermediarios. Votar el próximo 13 de
diciembre es decir a nuestros representantes políticos que a ellos los
continuaremos votando cada cuatro años, pero que no se piensen que con
esto tenemos lo suficiente. La democracia somos nosotros, cada uno de
nosotros y la suma de nuestras voluntades individuales. No debemos
permitir que los otras nos digan qué es y qué no es la democracia:
votamos.


2. Olfato histórico


A cada generación le toca vivir unas determinadas experiencias en
función del lugar y el momento, experiencias que marcan la memoria
colectiva. En el pasado más reciente, la lucha antifranquista; antes,
la lucha sindical contra la explotación laboral; más atrás, las luchas
contra el mal gobierno de reyes absolutistes, etc. Durante mucho
tiempos ha hecho falta tomar las armas y perder la vida en el intento
de defender aquello que se cree que es justo y bueno para la sociedad.
Ahora nada no tiene tanta fuerza como la suma de centenares de miles de
votos. Nuestra generación tiene una oportunidad histórica de abrir una
rendija de paz, de radicalidad democrática, de madurez colectiva. El 13
de septiembre en Arenys de Munt se hizo un primer paso y debemos tener
lo suficiente olfato por ver la semilla de cambios muy importantes que
harán que todo el mundo viva mejor. Esta semilla se debe regar porque
el árbol crezca fuerte, con un tronco bien robusto.
Es un fenómeno que se produce en el marco de una intensa actividad de
todo un país que echa adelante el proyecto: manifestaciones del 18 de
febrero de 2006, 1 de diciembre de 2007, deumil en Bruselas, Y'm
Catalan Y love freedom el 11 de noviembre, etc. Tendremos observadores
nternacionals; tenemos gente preparada que ha trabajado varios
aspectos; estamos haciendo un esfuerzo colectivo porque todas nuestras
voces se sientan a la vez y tengan más fuerza. Finalmente nuestra
voluntad será atendida. Todo es a punto. Sólo falta la suma de los
votos individuales. Si quieres la independencia por mañana, vota hoy.


3. Crear una oleada de autoestima y optimismo


Nuestro país se encuentra en un cruce entre dos proyectos. Para el
proyecto de España estamos abocados a ser aquello que ellos quieran que
seamos, muy probablemente una provincia; la capital 'este proyecto
siempre será Madrid y mientras tengan nuestra soberanía política sólo
nos harán las concesiones que ellls quieran, no las que nos hagan falta
a nosotros. Para el proyecto de Catalunya y los Països Catalans,
tenemos la oportunidad de erigirnos en protagonistas, de crear
estructuras de estado propias, funcionariat nuevo, embajadas nuevas,
nuevas maneras de relacionarse con el mundo y de relacionarnos entre
nosotros, nuevas reglas del juego. Tenemos la oportunidad de hacer un
país y esto es un proyecto colectivo que genera grandes dosis de
autoestima, confianza y optimismo. Es un acicate que puede estimular
toda la sociedad en positivo. No todas las sociedades tienen la suerte
que los caigan estos retos.


4. Votar es autoafirmar-se


Últimamente parece que la ciudadanía no tiene nada a decir ante los
casos de corrupción. Se supone que el estado de derecho español protege
nuestros intereses colectivos y que nosotros ya estiércol lo suficiente
votando cada cuatro años. Nos tienen la democracia secuestrada y nos
han convertido en meros observadores. Cuesta mucho tener la oportunidad
de expresar nuestra voluntad de manera conjunta, pero los debemos
recordar que somos y que ellos son gracias a nosotros.


5. Votar SÍ a la independencia es decir NO a la violencia


Los gobernantes españoles dicen, a propósito de la situación al País
Vasco, que la violencia no tiene lugar a nuestra sociedad. estamos de
acuerdo, pero ellos entonces prohíben las manifestaciones democráticas
y las listas electorales que su ley de partidos considera inadecuadas.
Así han llegado al gobierno, a través del pacte PSOE-PP, apropiándose
sin escrúpulos la democracia y excluyendo otras expresiones. En
realidad bloquean posibles salidas democráticas. Votar independencia es
demostrar que esta vía democrática de acceso al estado propio existe y
que es posible.


6. La utilidad del voto


Hay quien piensa que no vale la pena votar porque el referéndum no es
vinculante. Delante de esto, tres consideraciones:


A. No es vinculante, precisamente, porque las leyes españolas no nos lo
permiten. Limitan nuestra democracia. Precisamente hace falta una
respuesta a este intento de recortar nuestros derechos; hace falta que
cada uno de nuestros votos vuelvan el protagonismo a la democracia, que
es antes de que la constitución española.


B. Hay hitos históricos lo suficiente conocidas que nos demuestran que
la voluntad popular es la que hace cambiar las leyes y no a la inversa:
el 14 de abril de 1931 se proclamó la República y las elecciones que
hicieron posible la expresión de aquella voluntad eran sólo
municipales.


C. Cuando el mundo entero nos manifestamos en contra de la guerra de
Iraq no vamos paso conseguir que el día siguiente mismo se anulara la
operación, pero hoy ni Bush ni Aznar ni Blair no son presidentes.

Tum tun ¿quien es? una rosa y un clavel..... Abre la muralla, Tum tum quién es, larala la la la larala..... ¿No oís la guitarra?.
Pau, por ahí arriba tenéis un verdadero problema, y me quejo yo de que Andalucía patatín y Patatán..... y hay quién todavía defiende el consumo y venta de estupefacientes de forma legal.... que país..

A mí lo que me apena de esos argumentos es precisamente eso: los argumentos.

Llega una generación nueva y tiene derecho a cuestionar todo lo anterior aunque lo anterior haya costado milenios conseguirlo. Con votar para ver si nos vale el marco constitucional es suficiente. Pero si se puede votar eso, si se pueden romper las normas que regulan el modo de votar y el qué se vota pues una generación podría votar la vuelta a la monarquía absoluta. ¡Y en nombre de la democracia! ¡Y votando donde le dé la gana!

Solo las colonias tienen derecho a la independencia de sus respectivas metrópolis. Ese es el marco que no se puede romper. Y es el que ha costado muchas reflexiones consensuar. Pero claro, la generación actual no tiener porqué aceptarlo. Con cuatro gritos y media docena de consignas se carga la reflexión de todos los expertos en Derecho Internacional.

Además mezcla la lucha obrera y el antifranquismo con la revolución liberal. Y ya está. Ésta es una lucha más en esa línea.

Falso porque a la vez que se dieron pasos adelante en la lucha obrera, el antifranquismo o la revolución liberal se dieron pasos atrás con el fascismo, el nazismo, los intentos de vuelta al absolutismo o el nacionalismo actual. Que en ese saco hay que meterlo.

No es un acto de democracia por el hecho de que se vote. Igual podrían decidir votando volver al fascismo. Son los principios de ese nacionalismo que siempre ha perseguido privilegios y que busca dividir a los españoles y permanecer en la U.E. en las condiciones que ellos quieren, fomentando el odio a España lo que hace perverso su ideal y lo que invalida el acto de votar como un acto supremo de democracia. Ese acto constituye la perversión de la democracia misma. Es un desafío a las normas y al Estado de Derecho.

Entendido como ellos lo presentan, si se recogieran firmas para expulsar a los inmigrantes o se pusieran mesas para votar en ese sentido, con observadores y expertos internacionales, que siempre les habrá si les pagamos bien o les apoyamos en otras causas parecidas que ellos tengan, estaríamos ante el sumum de esa democracia que la generación actual habría descubierto.

Para poder decir a sus gobernantes: Fijaos en lo que queremos que esa es la verdadera democracia. No votar cada cuatro años ni tener un marco sino que hagáis lo que a la generación actual le apetece o le parece justo.

Y, curioso, no quieren ser una provincia de Madrid pero no les importa ser una sucursal de Bruselas. Porque no van a estar mas representados en Bruselas que lo que lo están en Madrid. Eso mientras interese estar en la UE y sea ventajoso. Después se vota que no se quiere estar y que no se quiere ser una sucursal de Bruselas y viva la democracia.

¡Cuánto egoísmo y cuánta insolidaridad, cuánto odio y cuánto desprecio se esconde detrás de esos argumentos! Y van de demócratas y progresistas. Un saludo.

No, Garufa, peor aún se cobijan bajo el Paraguas de la Izquierda, y de la revolución.... Si los verdaderos oprimidos del mundo, tuviesen voz.... a estos se les caía la cara de la Vergüenza.... bueno, tampoco, ya tuvieron la oportunidad el otro día en la UE de afearles la conducta, y no pasó.