Una mina anticarro mata a un cabo español en la guerra de Afganistán

Una mina anticarro de los talibanes se cobró ayer en Shinwashan, cerca de Herat, la vida del cabo del regimiento de Infantería Ligera Soria 9 Cristo Cabello Santana, que se convierte en la víctima mortal número 88 de las tropas españolas destinadas en la guerra de Afganistán. Es también el tercer militar español que muere en ese tipo de ataque, sin que los inhibidores de frecuencia y las planchas de refuerzo instaladas en los viejos blindados de pelotón BMR (blindado medio de ruedas) pudieron hacer nada para salvar a todos sus ocupantes.
La ofensiva talibán en el país asiático desborda a las fuerzas de la OTAN y llega a las zonas bajo control español incluidos los alrededores de Herat. Una columna compuesta por 9 blindados de pelotón, con un vehículo más ligero (un Vamtac) y un camión-grua de recuperación de vehículos realizaba una patrulla de reconocimiento y seguridad cuando el BMR que iba en tercer lugar pisó una mina anticarro. El cabo Cabello, que solía ir de conductor, ocupaba el puesto de tirador y se llevó la peor parte. La mitad de la dotación quedó herida y, con otros cinco soldados, fue trasladado al hospital Role 2, en la Base de Apoyo Avanzado de Herat, donde fueron atendidos.
Según el Ministerio de Defensa, el artefacto hizo explosión a las 9:30 horas (local de España), medio día en Afganistán. Los médicos no pudieron hacer nada para salvarlo. El cabo murió a las 11:10, mientras era intervenido en el quirófano. Los heridos fueron atendidos por traumatismos, pero eran casos leves.
La columna atacada era una sección de la «Task Force Fuerteventura» con la misión,en términos os oficiales, de «hacer presencia» y desmantelar «check points» ilegales en el distrito Pasthun Zarghun, al este de Herat.
Los talibanes, «señores de la guerra» o simples bandidos, cortan carreteras y establecen controles para asaltar o robar a los vehículos civiles que quieren atravesar por cruces, puertos o puntos concretos entre las diferentes comarcas. La Isaf (misión internacional) establece patrullas para mantener abiertas las comunicaciones en el país.
El Ministerio de Defensa recalcó que la patrulla española estaba configurada para garantizar la máxima seguridad de todos sus componentes, que incluía capacidades de reconocimiento y desactivación de explosivos, apoyo aéreo táctico y asistencia sanitaria básica. Cuando el «artefacto explosivo improvisado» de las primeras horas se convirtió en mina anticarro una vez llegaron los primeros informes de detalle del ataque, en fuentes ministeriales agregaron que no se podía dar por hecho que iba dirigido «específicamente»contra las tropas españolas, pese a que ocurrió en la zona de patrullas asignadas al actual contingente de nuestras Fuerzas Armadas.
BMR cuestionados
El empleo por los talibanes de minas anticarro deja esta vez a un lado el debate sobre si los blindados BMR están desfasados para moverse en escenarios bélicos. Los llamados «insurgentes» van por delante de las mejoras aplicadas a los BMR. Primero eran artefactos casi caseros dirigidos por control remoto, luego emplearon furgonetas cargadas de explosivos (en septiembre de 2007 costaron tres bajas) y ahora minas contra blindados pesados que se activan por presión. Un sistema antiguo e indiscriminado, pero de efectos seguros y letales.
A finales de este mes, los días 28 y 29, saldrán para Afganistán los primeros blindados RG-31 de fabricación surafricana y específicamente preparados para proteger a sus tripulantes de explosivos escondidos en el suelo y que deben sustituir gradualmente a los BMR a partir de noviembre. Los RG-31 son blindados de caja cerrada y hermética contra el efecto de las minas pero falta por saber si garantizaría la integridad de los pelotones ante una mina anticarro. Los nuevos blindados son muchos mejores que los BMR pero todo depende de la potencia de la mina a la que tenga que hacer frente.
El cabo Cabello, de 25 años y natural de Las Palmas, había ingresado en el Ejército de Tierra en 2003 y en 2008 había participado en la misión de la ONU en El Líbano. Contaba por ello con la medalla de las Naciones Unidas. Ahora recibirá a título póstumo la cruz al mérito militar con distintivo rojo, por haber muerto en acto de servicio y mientras estaba en una misión en el exterior «como consecuencia de acciones violentas de elementos hostiles».
Con Cabello son 88 los españoles que se han dejado la vida en Afganistán en acto de servicio. Además, se puede sumar el caso de un oficial que murió por infarto y el de un intérprete nativo al servicio de las fuerzas españolas. Se incluyen en el cómputo los más de 60 militares fallecidos en el accidente del Yakolev en Turquía (2003) y los 17 que perecieron al estrellarse un helicóptero en 2005 cuando volaba sobre Shindad.
La ministra, en Herat
La ministra de Defensa, Carme Chacón, acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Fulgencio Coll, se desplazaron a Herat para conocer de primera mano las circunstancias del ataque sufrido por los españoles y repatriar el cadáver.