El idiota le habla en francés y ella le responde en quechua

por dafnis 19/2/2016, 8:26 am

El idiota le habla en francés y ella le responde en quechua

Entre Aldo Mariátegui y Alan García* hay una semejanza tal cual, ambos son segregacionista y racistas, y también ambos vienen de ese acomplejado circulo llamado, “clase media baja arribista”, ambos odian el pasado de callejón que le tocó vivir al entorno familiar, ellos cual ovejas descarriadas adoptan poses para aparentar títulos que no los tienen, por eso cuando se encuentra con alguien de buena cuna, y se pone frente a ellos, los exabruptos les salen a raudales, ponen sobre la mesa sus complejos, temores y resentimientos. Pero esas personalidades y todos esos arrebatos tienen una explicación para la psicología.

El caso de Aldo Mariátegui es un digno ejemplo a seguir como muestra de estudio de perfil psicológico de las personas, que reniegan de religiones y dogmas paternales, para ensalzar falsas banderas o la retorcida ideología mercantil tan opuesta a la cuna revolucionaria ancestral. Tuve la oportunidad de conversar con estudiantes compañeros de Aldo Mariátegui, ellos me manifestaban que por un viajecito, se creía la última chupada del mango, (pronto le ponían en sus sitio), además este tipo en las conversaciones siempre mostraba una alta dosis de resentimiento al buen, bueno y respetable abuelo, para él, la desgracia fue ser el nieto de José Carlos Mariátegui, el autor de la biblia que siguieron al pie de la letra, toda la orquesta de la variopinta izquierda peruana, y me imagino las burlas de los profesores apristas durante su adolescencia, (pobre chico), pero también hay culpa de la familia, en él se percibe la ausencia de los padres en la formación de valores, sobre todo cristianos, de los cuales para defenderse tanto invoca el susodicho, ósea, no le dieron la educación y los valores adecuados para hacer respetar la jerarquía del abuelo. Los insultos y las burlas calaron hondo en la formación de la futura personalidad del pobre chico. Los golpes de aquellos años no tenían mejor forma que manifestarse de adulto, con una personalidad resentida a la clase social y la cuna que le vio nacer, ahí está la explicación a todas las posturas del negro y despreciable fundamentalismo que nos muestra en cada momento.

El es un extremista a lo Donald Trump, insensible, apátrida y racista, el sin los amos, “no sabe de dónde viene, ni adónde va”, de nada sirvieron sus viajes y estudios por Europa y los Estados Unidos, de nada le sirvieron respirar algo de tolerancia y democracia, por el contrario se contagió de la viruela colonial que hace de todo ser, despreciar sus orígenes, la familia, el pasado y la historia, desde ya, es un conflicto interno que nunca tuvo remedio en su momento, esa personalidad acomplejada siempre lo va mostrar, y para mala suerte del susodicho, ese desprecio es reciproco, ese desprecio a lo andino, a lo peruano, a los humildes, también tiene una respuesta, y la respuesta es la sanción de la sociedad que lo expresa continuamente a través del tecleado. La verdad, es un personaje aborrecible, y no hay peruano que no lo posea en cierta medida, (salvo la TV basura).

La firme, el sobón Aldo no sabe que en este mercado social, no existen términos medios, o amas u odias, eres el más cojudo a la vela o el mayor de los corruptos y genocida. Pero este desprecio, también se hace extensivo a los locutores que sobreviven en los medios y están pasando piola, como la finísima y delicada Mónica Delta, corresponsable de aquel oscuro periodismo chicha, que mostrara el gobierno del delincuente. fujimori.

* El "compañero" Alan García, se avergüenza de cantar la marsellesa aprista y concibe un desprecio olímpico a los apristas, al APRA y a la memoria de su jefe.