Algo demasiado grave debe estar ocurriendo en España para que la sociedad, a pesar de su "borreguismo" y cobardía, señale ya a los políticos como el "tercer" gran problema del país, después del desempleo y de la situación económica. La "casta" política está desacreditada, pero todavía menos de lo que merece porque, además de estar infectada de corrupción, es también la culpable directa del mal gobierno y de los problemas primero y segundo, de que los parados sean una mísera e inmensa legión y de que la economía española esté hundida y sin futuro.