EL RUIDO COMO ARMA DE GUERRA

por wad ras 26/3/2014, 6:04 am

Desde el origen de los tiempos, el hombre se ha servido del ruido, del estruendo, como arma de guerra, con el objetivo de causar pánico o terror al enemigo, desmoralizarlo, paralizarlo, o bien como medio de cohesión y afirmación de tus propias unidades. Ya fuera con la propia garganta de los combatientes, a voz en grito, o bien, llegada ya la era industrial, con los ruídos ocasionados por sofisticadas máquinas, el ruido ha sido un factor de combate que no ha recibido el merecido análisis en los manuales de táctica militar.

Así, desde las trompetas de Jericó que derribaron las murallas inexpugnables que resistían a los ejércitos bíblicos de Israel, pasando por el aterrador grito rebelde (Rebel Yell) de los confederados sureños en la Guerra de Secesión Norteamericana, o la sirena mortal de los Stukas alemanes, o el llanto satánico de los lanzacohetes soviéticos katyuskas (los "órganos de Stalin"), el ruido ha sido un elemento de lucha psicológica que a menudo a logrado el objetivo de paralizar a un enemigo.

Algunos ejemplos.

La sirena de los Stukas alemanes. ¡Cuantos soldados franceses, británicos, polacos o rusos se lanzaban a correr al escuchar este ruido que anunciaba un bombardeo preciso sobre sus cabezas!
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Y qué decir del efecto causado ante el enemigo por miles y miles de voces de confederados dementes aullando en la oscuridad del amanecer este grito de muerte,el rebel yell. Los supervivientes de la batalla de Shiloh relataron el terror inmenso con que despertaron esa fatídica noche al escuchar este eco infernal que anunciaba el baile con la muerte. ¡Poneros en la piel de esas personas, y las pesadillas aflorarán de inmediato!

Acá los "órganos de Stalin", al que algún soldado alemán definió como "el canto de los ángeles del infierno". Solía ser el preámbulo de una lluvia infernal de metralla, que a nadie ni nada perdonaba.

por Mastieno 26/3/2014, 9:54 am

El toque a degüello de los infantes españoles es otro que bien podría estar en este compendio de sonidos de guerra.

por TRAJANO.v 27/3/2014, 5:09 am

Aunque fuera de manera casual, el tambor del Bruch, retumbando entre las montañas, puso en fuga al hasta entonces Ejercito más poderoso de la tierra como lo era el francés al mando de Napoleón Bonaparte.
Imaginaos lo que debió sentir aquel almirante holandés apellidado Holak, cuando pudo ver como los tercios españoles vociferando como posesos se abalanzaron sobre sus barcos de tal manera que concluida la batalla una de las cosas que dijo tras su derrota, fué que parecia que estab luchando contra verdaderos demonios, debido al griterio con los que se acompañaban los españoles en el asalto a sus barcos.

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