El castellano coge fuerza entre los radicales islámicos que utilizan internet para transmitir sus mensajes

El castellano coge fuerza entre los radicales islámicos que utilizan internet para transmitir sus mensajes

Desde que en 2009 se creara por primera vez un apartado en español dentro de un foro fundamentalista, su presencia no ha dejado de crecer en este contexto.



Es una de las tesis que defiende el profesor de la Universidad Pablo de Olavide y director del Curso de Experto en Análisis del Terrorismo Yihadista, Manuel Torres, en su libro Al Andalus 2.0, que muestra la importancia que sigue teniendo la Península Ibérica para Al Qaeda y los grupos afines.

“Han encontrado en internet una oportunidad para ser más eficaces en llegar a su audiencia”, asegura a Roberto R. Ballesteros de Seguridad y Tribunales el académico, quien destaca sobre todo las redes sociales, donde “es más fácil encontrar contenidos yihadistas que en foros o que incluso en webs oficiales de grupos terroristas”.

En este contexto virtual, subraya, es donde cada vez tiene más fuerza el castellano como instrumento para alcanzar un público objetivo determinado que está dejando de manejar el árabe. Los hijos de aquellos inmigrantes procedentes de países con mayoría musulmana se han criado entre hispanohablantes y apenas utilizan el idioma de sus padres. “Empieza a producirse el relevo generacional”, explica Torres, quien también destaca el incremento de nacidos en España que se convierten al islamismo radical.

En otros países de Europa, ese relevo se produjo hace años, de ahí que sea ya habitual encontrar foros fundamentalistas en inglés, francés o alemán. “La inmigración en España es un fenómeno tardío en comparación con estos países, que comenzaron a recibir a estos extranjeros ya en los años 60”, argumenta el experto.

Según Torres, el año pasado, Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) redactó por primera vez un comunicado español. Acusaba al Gobierno catalán de llevar a cabo prácticas nazis. “Hasta entonces se escribía primero en árabe y luego se traducía a otros idiomas”, explica. “Esta vez se hizo directamente en castellano”, agrega el profesor, quien recuerda que AQMI “tiene siempre muy presentes” sus reivindicaciones históricas sobre Ceuta y Melilla, un motivo más para utilizar el castellano y llegar mejor a los habitantes de estas ciudades autónomas.

Twitter y Facebook

El comunicado contra la Generalitat se difundió, entre otras vías, a través de Twitter. Las redes sociales, explica Torres, “se utilizan sobre todo para propaganda, no como instrumento de comunicación entre ellos”. “Para esto último –detalla–, suelen utilizar correos electrónicos encriptados, salas de chat y conversaciones telefónicas a través del ordenador”. Facebook –continúa– es, de hecho, el sitio “donde se han creado más cuentas que utilizan el español para apoyar la violencia yihadista”. Estos perfiles, analiza, “son generados normalmente por simpatizantes, no tanto por las organizaciones terroristas”.

Aunque “el árabe seguirá siendo el idioma principal para comunicarse entre fundamentalistas –prevé Torres–, el castellano irá cogiendo cada vez más peso”. Esta tendencia, confiesa, es un motivo de preocupación, ya que “a medida que se incrementen los materiales disponibles en español, será más fácil que determinadas personas terminen desembarcando en esta ideología radical”. “Se elimina esa barrera de acceso que representaba el idioma y muchos castellanoparlantes podrán moverse sin problema en esos círculos de internet donde se comunican los extremistas”, destaca Torres.

Pero el peligro no se ciñe únicamente a nuestro país. “Aunque el mensaje se oriente a un comunidad de personas que residan en España, ese carácter global de internet puede provocar un enorme impacto en un ámbito geográfico que no se pretendía alcanzar, como es América Latina”, argumenta Torres, quien añade que “al revés también puede ocurrir”.

De hecho, relata, “la primera traducción al español de una página web yihadista se efectuó por parte de una asociación universitaria latinoamericana de musulmanes conversos que estaba en Estados Unidos”. “Las fronteras nacionales se van desdibujando como consecuencia de la globalización; es indistinto que tenga una procedencia u otra, los efectos son iguales”, resume.

Evitar el 11M

Por otra parte, el profesor Torres dedica un capítulo entero, de hecho, a revisar la influencia de la red en los atentados del 11M. “Internet tuvo un peso mayor del que pensábamos, precisamente porque en el momento en el que se producen estos atentados estas organizaciones experimentaban una transición en el uso de las nuevas tecnologías”.

“Sí eran muy conscientes –continúa– de la necesidad de mantener el anonimato cada vez que utilizaban el teléfono; colocaban diferentes tarjetas, por ejemplo, para evitar ser detectados o escuchados; sin embargo, no eran tan conscientes de la necesidad de implantar medidas de seguridad cuando usaban internet”. Según Torres, el 11M “dejó tras de sí un enorme rastro digital sobre qué páginas visitaban, que materiales radicales consumían, etc. (…) que ha sido muy útil para la reconstrucción del atentado a posteriori”. “Pero el gran reto actualmente es explotar la red para que esa investigación tenga carácter preventivo, para detectar los complots antes de que actúen, no solo como instrumento para reconstruir los hechos cuando ya es demasiado tarde”, analiza.

Si la Policía y los servicios de inteligencia “hubiesen estado más presentes en las redes sociales, en internet, –continúa– posiblemente hubieran contado con elementos adicionales para detectar el atentado y evitarlo”. Aunque es cierto, admite, “que eso no era un problema exclusivo de la Policía española, sino que en todo Occidente las agencias de seguridad desembarcaban aún en ese mundo”. “Estaban en proceso de aprendizaje de ese nuevo espacio de lucha contra el terrorismo”, justifica.

http://www.minutodigital.com/2014/03/13/el-castellano-coge-fuerza-entre-los-radicales-islamicos-que-utilizan-internet-para-transmitir-sus-mensajes/