Hacia el Gulag

http://andaluciacarlista.com/2014/01/11/hacia-el-gulag/

Hacia el Gulag



Ésta, es una historia real, y la cuento tal y como me la han contado, porque aunque pueda parecer una historia trivial, las consecuencias que de ella se pueden sacar, a mí por lo menos, me ponen los pelos de punta.

Esto le ocurrió a un niño andaluz en un instituto de los que mantiene la Junta de Andalucía para asegurar el derecho de enseñanza a todos los andaluces.

Este niño, tuvo que hacer –no hace mucho- una redacción de una noticia o de algún artículo periodístico –eso no lo sé con exactitud- y el asunto de que trataba era el de los “matrimonios de los homosexuales”. Este niño escribió lo que había aprendido en su familia y en su parroquia, es decir que escribió lo mismo que hubiéramos escrito cualquiera de los que suelen pasarse por esta bitácora, solo que con alguna que otra falta de ortografía –supongo-. Se despachó a gusto.

El profesor, al leer la redacción, se quedó asombrado y hasta preocupado por las cosas “tan raras” que escribía su alumno y velando por su bien y en cumplimiento de lo que creía su obligación, llevó a su alumno a la psicóloga del Centro, no fuera a ser –supongo yo que pensaría-, que el niño tuviera un coeficiente intelectual tan bajo que necesitara tratamiento especial, o a lo peor que era un psicópata en ciernes.

La psicóloga, luego de hacerle un exhaustivo examen -al niño en vez de al profesor-, concluyó en su informe que era perfectamente normal, lo que le ocurría es que era un niño que, no estaba “aborregado”. ¡Menos mal! La psicóloga tenía sensatez y así se concluyó la historia.

Pero una vez conocida la historia, me entró un come, come, porque, si por decir las cuatro verdades del barquero se piensa que alguien, en este caso un niño, pero podría ser, -¿por qué no?- un adulto, resulta que es un subnormal, un psicópata o vete tú a saber qué….. Podemos acabar como en la Rusia soviética, donde llevaban al Gulag o a una clínica psiquiátrica a alguien, por el simple hecho de creer en Dios. Para un soviético, un ateo, eso resultaba tal locura que el creyente, acababa siendo sometido a unos tratamientos psiquiátricos tales que, terminaban reduciéndolos a un estado vegetativo.

Si eso ocurría en Rusia, donde al ateísmo teórico había que sumarle el cinismo soviético. ¿No será que en España, estamos empezando a ir por ese camino, sin darnos cuenta?

El caso de este niño andaluz, que no pasa de ser una anécdota, puede ser un síntoma de cómo se empieza a catalogar a quién está en contra del aborto, del matrimonio de homosexuales, o simplemente que es católico practicante.

Peligroso camino, me parece, pero posible.

Si no plantamos cara al peligro hoy, mañana, puede que sea tarde.

Vaya elemento está hecho el profesor en cuestión. Aunque lo que me resulta verdaderamente sorprendente sobre esta noticia es que ni la Junta de Andalucía ni las altas instancias del propio centro escolar en cuestión hallan cesado fulminantemente a la psicóloga en cuestión por diagnosticar la absoluta normalidad del niño. Tengo la sensación de que, por desgracia, muy en breve, dicha profesional de la psicología, podría llegar a tener problemas con las llamadas "autoridades educativas". Y también me extrañaría que no se hubiera abierto ya un expediente informativo contra los padres del niño en cuestión o que incluso las autoridades ocupadas de los llamados "servicios sociales" no estuvieran, mientras debatimos en estos momentos en este foro, barajando la posibilidad de arrebatar a esos padres la patria potestad de su vástago por inculcar en su hijo unas ideas tan poco "democráticas". Sencillamente, de tan podrida que está la actual España, mucho me temería que hayan podido ocurrir estas cosas. Me congratulo de que este asunto en particular no haya terminado peor de lo que ha terminado, en esta ocasión.

Pero, en fin, esto solo prueba una cosa: que ya hoy día vivimos, en España en particular (aunque esto es cierto para la mayor parte que dan en llamar Occidente, por otra parte) en un sistema demoliberal donde, en realidad, existe un Estado prácticamente totalitario donde existe un control ideológico y de las ideas y pensamiento de la población. La anécdota que ha recogido esa entrada del blog con que inicio el hilo lo único que se limita a hacer es reflejar algo que ya está ocurriendo. 

Por otro lado, la mayor parte de la gente se limita a repetir como loros los mensajes que les envían desde instancias superiores del Sistema (propaganda de las distintas instituciones del Estado, discursos universitarios, películas, inculcación por parte de estas vías de las ideologías que son oficiales de facto de la mayor parte de los regímenes demoliberales occidentales, series de televisión, música, literatura, medios de comunicación, etcétera) y, en muchos casos, bastantes personas tragan con estos asuntos precisamente porque, desde que somos incluidos desde la tierna infancia en el sistema educativo y en el Sistema en general, no se fomenta las actitudes críticas sobre las distintas cuestiones, sino que las distintas ideologías que en nuestros regímenes políticos son oficiales de facto son inculcadas de tal modo que se recibe como una verdad irrefutable, como si ninguna de las cuestiones de que se trata no pudiesen ser de otra forma. De este modo, desde el Sistema se acaba naturalizando esta situación como algo normal, porque la mayor parte de la gente está viendo esto todos los días, y precisamente, las críticas que se hacen desde posiciones opuestas a las ideologías oficiales o son silenciadas o manipuladas por vía de distintas herramientas, como los medios de comunicación de masas, para ridiculizar todo mensaje crítico a la verdad oficial. 

No hay que engañarse, la llamada "corrección política" no es más que el término eufemístico elaborado para designar un dogma totalitario, ideología oficial de Estado, que deriva de la democracia como ideología. Todo aquel que no concuerda con esta onda pronto es catalogado por las instancias que he mencionado antes como un "fascista", "antisistema", "loco", "demente", y, en cada vez más casos, te hacen acudir a visitar a un hierofante de la corrección política, que en este caso es el psicólogo moderno. Repugnante. Gracias a Dios yo soy muy políticamente incorrecto, aunque traiga consecuencias. Pero nadie me podrá quitar lo bien que me lo paso al ver actuar a los palmeros de la corrección política cuando escuchan algo a lo que no están acostumbrados.

Ah, y tened por segura una cosa, que cada vez se va a ir notando más en cada vez más ámbitos de nuestra vida (pues, como todo buen totalitarismo, el totalitarismo demoliberal-progresista tiende a abarcar absolutamente todos los aspectos de la vida humana) ya no se va a poder subsistir normalmente mientras no se tenga el sello de aprobación progre, pues para ser considerado "normal" y "afecto al Sstema" habrá que manifestarse favorable a todas las ideologías oficiales de Estado que ya lo son en nuestro país y en nuestro entorno, y para certificarlo la llamada "psicología actual" cumple un rol primordial. Llegará el tiempo en que para acceder a cualquier tipo de empleo habrá que someterse a estos "tratamientos". (Menos mal que desde hace ya años me he preocupado de que mis fuentes de ingresos no dependan del trabajo asalariado, sino en todo caso del trabajo autónomo. Pero este no es el caso de la mayor parte de la gente, por supuesto).