Los Grupos minoritarios ofrecerán hoy a Zapatero un pacto contra la crisis

Los grupos minoritarios del Congreso de los Diputados reprocharán esta tarde al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su gestión de la crisis económica, durante su comparecencia en la Cámara Baja.

Sin embargo, la crítica situación económica les inclinará hacia un modelo de intervención en el que, además de los reproches, habrá ofertas de colaboración para salir de la crisis y atajar el paro y una exigencia generalizada de eficacia y transparencia en la gestión del Ejecutivo.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, reprochará al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que nueve de cada diez nuevos parados en los países de la zona euro son españoles, en la primera sesión de control al Ejecutivo que se celebra tras las vacaciones parlamentarias de enero. La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, dirigirá su pregunta a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, para saber si el Gobierno considera "garantizada" la calidad de los servicios públicos. El Grupo Popular preguntará también al vicepresidente económico, Pedro Solbes, sobre las razones para "creer las nuevas previsiones macroeconómicas realizadas por el Gobierno, si todas las anteriores fueron falsas". El titular de Trabajo a Inmigración, Celestino Corbacho, tendrá que pronunciarse sobre si se alcanzará la cifra de cuatro millones de parados en esta legislatura.


Los grupos minoritarios serán críticos, pero harán ofertas de colaboración para salir de la crisis y atajar el paro


El tono del portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, será conciliador, según aseguraron fuentes parlamentarias. Consciente de las dificultades que atraviesa la economía y de que lo peor de la crisis está aún por llegar, Duran lanzará a la Cámara un reto: reeditar un "Pacto de la Moncloa bis" que comprometa a todos los partidos en la tarea de salir de la crisis y diluya la responsabilidad única del Gobierno a la hora de adoptar posibles medidas de ajuste. Su intervención no estará, sin embargo, exenta de crítica. Acusará al Gobierno de tratar de "ocultar" el calado de la crisis económica y de "incapacidad" para resolver la situación. Pero sobre todo, exigirá al Ejecutivo de Zapatero que "sea capaz de buscar complicidades con todos" y que asuma junto al resto de fuerzas políticas los costes de algunas medidas que tendrán "coste político a corto plazo, pero que serán beneficiosas en el medio y largo plazo".

Por su parte, el PNV pondrá el acento en la necesidad de reforzar la economía productiva, activando la inversión pública y el gasto social, sin incrementar la presión fiscal a las familias y empresas. Los nacionalistas vascos, que respaldaron los Presupuestos Generales del Estado prsentados por el Gobierno en el Congreso, serán quizá los menos agresivos en las formas y tratarán de trasladar su recetario de medidas al ámbito nacional.

El diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, reprochará al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la "insuficiencia" de las medidas adoptadas contra la crisis, según explicaron a Servimedia fuentes de la coalición. A juicio de Llamazares, la actual situación económica no se solventará con el Fondo Estatal de Inversión Local, y son necesarias medidas "concretas y explícitas" para que la banca libere el dinero necesario para generar empleo y reactivar el consumo. Asimismo, considera necesario que el Gobierno garantice que las 830.000 familias con todos sus miembros en paro tengan alguna cobertura, próxima al salario mínimo interprofesional, mientras estén en situación de desempleo. En este sentido, abogará por un fondo de reactivación del empleo bien dotado.

Joan Ridao, portavoz de ERC, será "firme" en la crítica al Ejecutivo y "exigente" en cuanto al impulso de medidas concretas que puedan ayudar a superar el colapso económico. Pondrá en evidencia que el plan económico del Gobierno "ha sido un fracaso" y que a estas alturas son necesarias políticas "de choque" que cambien la estructura económica y no sólo ajustadas a un cambio de ciclo. Su propuesta se centra en tres puntos: establecer un mínimo destinado a líneas de crédito; que los fondos públicos no se distribuyan mediante subasta, sino de acuerdo a los créditos concedidos, y que se incorpore a representantes del Estado a los órganos rectores de los bancos.