Béjar solicita que el vestuario de Ejército, Guardia Civil y Policía se cree en España

Béjar solicita que el vestuario de Ejército, Guardia Civil y Policía se cree en España

PETICIÓN DEL AYUNTAMIENTO
Hasta ahora se encargaba a empresas chinas con un montante económico que asciende a cerca de 600 millones de euros.

“No entendemos como con los problemas económicos de España y con casi seis millones de parados, la ropa y el resto de material de Ejército, Policía Local y Guardia Civil se crea en China”. Con estas palabras se ha expresado el alcalde de Béjar, Alejo Riñones, quien ha destacado que tiene el apoyo de la Junta de Castilla y León para elevar esta propuesta al Gobierno.

Además, según Riñones, el montante económico que supone todo este trabajo al año es de 600 millones de euros, cantidad que revitalizaría muchas empresas españolas y daría un empujón a la maltrecha economía española.

“No entendemos cómo se pueden encargar todos estos pedidos a empresas chinas porque dicen que les sale un 30% más barato pero no creemos que sea así, la verdad. Además, todos conocemos las condiciones de trabajo en China y cómo se vulneran los derechos de los trabajadores”, apuntó Riñones.

Esta postura cuenta con el apoyo de la Junta de Castilla y León con el objeto de trasladar esta propuesta al Gobierno y que nace de una ciudad con tanta tradición textil como es Béjar. “La ropa de más calidad se hace en España. De hecho, y por poner un ejemplo, en Béjar, el agua es la mejor para los tintes porque es muy pura y le ofrece mucha calidad”, señaló Riñones.

Ahora, hay que esperar para conocer cuál es la postura del Gobierno de España ante esta petición cuanto menos razonable, para que empresas españolas tengan la oportunidad de crear la ropa de Ejército, Guardia Civil y Policía.
http://www.tribunasalamanca.com/noticias/bejar-solicita-que-el-vestuario-de-ejercito-guardia-civil-y-policia-se-cree-en-espana/1359674516

Pues así debería de ser. Gracias a estas callanadas traidoras antiespañolas de la Casta (que seguro que algún sobre y mordida, de paso, habrá obtenido, con este tipo de encargos) más de una empresa textil española, que daba trabajo y creaba empleo y riqueza en mayor o menor medida en suelo español, se habrá visto obligado a chapar su chiringuito. Y eso es algo muy negativo en el contexto actual español.

Bernardo Galvez escribió:Pues así debería de ser. Gracias a estas callanadas antiespañolas de la Casta (que seguro que algún sobre y mordida, de paso, habrá obtenido, con este tipo de encargos) más de una empresa textil se habrá visto obligado a chapar su chiringuito. Y eso es algo muy negativo en el contexto actual español.

Aquí tienes una de ellas:

Ella cierra. Los chinos se hacen con los tricornios

Una firma española, tras casi un siglo fabricando la clásica prenda, desiste por la competencia salvaje. Tienen más de 2.500 gorras acumulando polvo en sus almacenes




María del Carmen Moya, 53 años, sostiene un tricornio negro con respeto. Con la punta de los dedos recorre sus formas. Es uno de los más de dos mil que están acumulando humedad y polvo en su taller de Herrera (Sevilla). Algunos están a medio terminar; se ven sus armazones de corcho. Su familia lleva haciendo tricornios desde 1912. Se considera la primera empresa que hace este clásico sombrero en España. Cerrará pronto por la crisis y porque no recibe apenas pedidos del Gobierno [en las licitaciones no puede participar porque es una empresa pequeña]. Víctima también del made in China, el vendaval barato. «No podré dejar en herencia la empresa a mi hijo. Ya le he dicho que busque otra forma de ganarse la vida». Por más que sus tricornios se consideren una joya: llegan a costar 100 euros en las tiendas que los revenden. Son los que usan los generales y los coroneles.

Es la muerte de la forma tradicional de hacer la clásica prenda militar. «Nadie sabe hacerlo como nosotros. Lo confeccionamos con corcho, con un corte preciso, como si fuera una escultura. Hemos tardado muchos años en enseñarle a nuestros operarios pero los hemos despedido ya. Imagínate: el proceso completo para aprender a hacer un tricornio tarda tres años. ¿Quién va a querer aprender a hacer algo tan especial si luego sólo los podremos contratar unos días al año». María del Carmen podría ser la última persona en saber cómo se hace un tricornio completo de principio a fin. Es el final de una historia.

En 1912, antes de la Primera Guerra Mundial, su abuelo Francisco Moya Campins fundó la empresa. El, ex Guardia Civil, sabía que había una oportunidad de negocio. Mientras formó parte del cuerpo padecía con sombreros hechos de materiales de mala calidad. «Entonces los llevaban durante el día y la noche. No se los quitaban aunque eran de vergüenza». Paradójicamente, estas son las quejas de los guardias civiles que han recibido los primeros tricornios llegados de China este año. «En lugar de tener el agujero de la cabeza en forma ovalada, lo tienen redondo. Así que se giran constantemente», son las acusaciones de los miembros de la Benemérita.

No son sólo los tricornios. También los uniformes.

TIRADOS DE PRECIO

Mucho antes de que la crisis se hiciera patente en medio mundo, la Guardia Civil española ya se preparaba para apretarse el cinturón. Uno de cada siete uniformes que lucen los agentes de la Benemérita vienen ahora de la otra punta del planeta, de allá donde los salarios son bajos. En el país sede de las últimas olimpiadas fabricar un traje completo cuesta 63 yuanes. Poco más de seis euros por camisa, pantalón y chaqueta [incluido el bordado del insigne emblema de la institución]. Producido aquí costaría al menos cuatro veces ese valor.

El tricornio es aparte, pero no supera los cuatro euros en su coste de producción. «Esos no están hechos de corcho. ¡Imagínate! Un kilo de corcho natural cuesta 30.000 pesetas [180 euros]. Ellos lo hacen de conglomerado cuyo valor es de cerca de 60 céntimos de euro. Con ese material, la cabeza no transpira», asegura María del Carmen Moya mientras camina pausada por su casa de Herrera. Los uniformes tampoco se salvan. Las tallas no son las correctas. Los agentes reciben pantalones que les quedan por los tobillos, como si fueran pesqueros. La tela se parte con cualquier movimiento brusco.

¿Quién fabrica estas piezas maravillosas? Varias factorías. Una de ellas se llama Sibide [Beijing Beimao Jituan, una gran empresa textil situada en las inmediaciones de la capital china fue quien recibió el pedido del Ministerio del Interior español]. «Aquí, en Sibide, hemos hecho 10.000 uniformes completos y 2.000 chaquetas», afirma Wu Jianqiang, el responsable de ventas internacionales.

La producción total se la reparte con varias compañías españolas. Entre ellas destacan Induyco [El Corte Inglés] y Fesca. Producen más de 50.000 prendas por temporada. Los encargos del Estado para uniformes oficiales alcanzan los 269 millones de euros. El Consejo Intertextil Español -que representa a 6.000 empresas españolas- ya ha hecho pública su «preocupación» por el encargo de uniformes al gigante oriental. El destinatario, el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba.

«Cuando el Papa se probó un tricornio [07/07/2005, en la Plaza de San Pedro], sentí orgullo porque representaba que reconocía este accesorio como un símbolo de este país. Lo malo es que el que se puso no estaba bien hecho. Tenía la parte superior completamente recta y los auténticos son curvos», dice María del Carmen mientras recorre su almacén. Las máquinas están detenidas. Lo único que sostiene el negocio son las ventas de uniformes -que ellos no fabrican- para la Policía Local, para guardas forestales y bandas de música. «Los chinos nos están venciendo y nadie hace nada».

En la calle de la Constitución, a pocos pasos de su casa, apenas hay gente por la calle. Su hogar es una construcción típica andaluza con patio interior y una parcela de 600 metros cuadrados. Dentro están su casa, el almacén y la vivienda. «Nunca volverá a ser lo mismo», dice María del Carmen tras ver el vacío. Está su hijo a la derecha. Las máquinas sin gente a la izquierda. Una vecina llega para ocupar una de las plazas vacías. Es un espejismo entre agujas que no se mueven.

Su padre Manuel Moya Martín lo heredó en los años 40, apenas cumplida la mayoría de edad. Con él, la empresa se consolidó como un pequeño imperio. «En un pueblo como éste [situado en la zona limítrofe entre Sevilla y Córdoba], las mujeres tenían trabajo con nosotros. Entonces, las fundas se cocían a mano. Lo que ahora hace una persona sola, lo hacían varias. Mi padre llegó a dar empleo a decenas de personas. Llegamos a producir 120 tricornios al día». En tiempos de bonanza, más de 25.000 al año.

Hoy tiene más de 2.500 acumulando polvo y humedad desde hace varios meses [cuando cada año se necesitan, al menos, 4.500].

La debacle de la empresa comenzó cuando dejó de ser una prenda de todos los días. «Se usa en actos determinados. Felizmente, cuando un Guardia Civil quiere hacer un acto representativo lleva el tricornio».

Actualmente, se utiliza en actos oficiales, como por ejemplo el día de la Patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, el 12 de octubre, en los servicios de guardia y en las bodas.

La nieta del fundador de la empresa describe el proceso de creación como un trabajo de artesanía. «Se cortan las piezas con tijeras. Se descarta el corcho que está dañado. Se raspan los desniveles pieza a pieza. Hay un proceso de secado. La estructura lleva capas de una mezcla que se hacen de cola, harina y aceite de linaza. Una persona la monta. Hay que planchar el corcho. Le sigue un proceso de secado. Otro artesano los forra. Así nace el tricornio de verdad. Cuando no estemos, se tendrán que conformar con un producto de menor calidad».

Copiar y realizar productos de paupérrimo nivel. Ese es el estigma de la fábrica asiática. La empresa que produce los trajes de la Guardia Civil está situada en Tianjin, uno de los polos de desarrollo económico más importantes del norte de China. Desde allí, Sibide envió entre abril y mayo de este año la primera partida de uniformes completos. Eso sólo es el principio. En el futuro, se les han prometido más pedidos. Hay susurros acusatorios. Se dice que tanto Sibide, como otras empresas chinas, reciben enormes pedidos de empresas españolas -ganadoras de los concursos públicos del Estado- que ellos no quieren confirmar. Tercerización y canibalización para ganar más, dirían en Wall Street.

A principios de 2009, la Benemérita tiene planeado cambiar su uniforme entero por otro más moderno y funcional, que se ajuste mejor a las necesidades diarias y los retos de los agentes. El nuevo uniforme podría producirse en Tianjin. Hasta en eso hay controversia. Wu, el representante de esta empresa china, duda de que aceptase el pedido.

NI A LOS CHINOS LES PAGAN

«No sé si quieren que les hagamos más prendas, pero si es así por nuestra parte rechazaremos el pedido hasta que no nos paguen el primero». Echa chispas. Dice que la intermediaria, Beijing Beimao Jituan, les debe más de 80.000 euros, que era la factura que les pasaron por el pedido de la Guardia Civil, desde hace tres meses. «Los vamos a denunciar», dice Wu. En esta pelea a miles de kilómetros de España sólo hay un perdedor: los que se ponen esas prendas que no tienen mayor control. La ruleta del capital tiene víctimas en todos los frentes.

«Es una cuestión de principios. ¿Se imaginan unos sombreros de Beefeater hechos fuera del Reino Unido? Aquí no se explotan como símbolo nacional. Muchos coleccionistas nos compran tricornios porque saben que son representativos y que va a desaparecer».

La última artesana de los tricornios recuerda que comenzó en esto a los 13 años. Se entretenía entre las máquinas de cocer, el corcho y las agujas. «Dejé la escuela para aprender. No pude tomar una decisión más feliz y triste a la vez. Sé que esto se acaba pero intento seguir». María del Carmen tiene un hermano pero él no siguió la senda familiar. «Mi padre le dijo que esto ya no tenía más futuro. El le hizo caso. Yo seguí. Ahora le digo eso a mi hijo».

El tricornio ha aguantado con ligeros cambios democracia, franquismo, transición... Ha muerto gente por lucirlo en su escaparate. Los iconos tienen eso: pasión y odio.

Manufacturas Moya cumplirá un siglo pronto. La familia muestra su resignación. «Algo haremos en esa fecha. Un pequeño homenaje, sin duda. Mi abuelo nunca se creería que esto [señala un tricornio] lo trajeran de China. No podría entenderlo». Hay silencio en la enorme casa. En el patio interior, las hojas se mueven incesantes por la ventisca. Da la impresión de que una puerta está abierta, que alguien se va.

El padre de María del Carmen, hace ocho años, tuvo un funeral con honores de Guardia Civil. Se le respetaba por su trabajo. Se fue cubierto con una bandera de España. El penúltimo hacedor de tricornios se fue dejando una estirpe. Que morirá con su hija, esperando un gran pedido que no llega. Es una profecía.

Con información de A. Parra (Shanghai)

http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2008/676/1222552802.html

Cuando yo hice el Servicio Militar, la ropa militar llevaba etiquetas de "Lorca Industrial", de manera que supongo que los uniformes se hacian en esta localidad murciana.

Y estoy de acuerdo con Bernardo Galvez. Alguien se debe estar lucrando con este tipo de mordidas que les soltarán los chinos, como paso hace años con los helicopteros Cougar, o Puma. Que a pesar de que los militares preferian al americano Blackhawk, por no tener que sufrir ningun tipo de remodelacion para adaptarlo a nuestras fuerzas armadas, se optó por el modelo francés, que si requeria reformas, y encima salia mas caro.

Pero lo curioso del caso, es que este "negociete" se hizo cuándo el Gobierno de Felipe González ya habia sido derrotado por Aznar, y la operación de compra se realizó mientras los socialistas se preparaban para traspasar el poder al gobierno pepero.

Se decia que Alfonso Guerra habia sido quien firmó el contrato con Francia para la compra de esos helicopteros. Asi que imaginaos para quien fué la mordida.

Y mucho me temo que lo mismo haya podido ocurrir con nuestro CETME, que en su dia fué reemplazado por el alemán H&K.

Sólo un poco sentido común se necesitaría para darse cuenta que en el contexto actual, la opción más apropiada sería que se fabriquen en España. Evidentemente, los negociados que hay atrás nuevamente aparecen.
¿Si no me equivoco sería algo parecido a lo que sucedió con la indumentaría que usaron deportistas españoles en los últimos Juegos Olimpicos?

Pero el problema no es solo que venga de China los uniforme de la Guardía Civil, es que viene casi prácticamente de todo de China.

Y aunque halla algo aun de España, los materiales primarios como por ejemplo la carcasa de una alarma, vendrá de China.

Y ese es el motivo de porque tanto paro en España, aparte de otros sitios de Europa.

Si tu quieres montar una empresa de fabricar lapices, no podrás, porque aparte de pagar un DINERAL para montar la fabrica, millones de papeles y vueltas y a la espera de hasta de meses....
Un chino lo podrá hacer todo eso en un solo día, sin costar apenas nada en papeleos (si es que lo hace) y lo podrá venderlo todo 10 veces menos de lo que podrías hacerlo tu, obviamente los lápices vendrían de China o estarían hecho por chinos en España a un sueldo y horario de esclavo.