5 claves del resultado electoral

1. Gana el PP pero sobre todo pierde el PSOE. Los populares han subido 4,68 puntos respecto a 2008, pero los socialistas han perdido 15,14 puntos, en menos de cuatro años. En número de votos absolutos la comparación es más concluyente: Mariano Rajoy solo ha ganado 552.683 votos, frente a los 4.315.455 perdidos por Alfredo Pérez Rubalcaba.

El PP se mantiene en un margen de apoyo recibido similar desde 1996. Entonces, la primera victoria de José María Aznar supuso un respaldo al PP por parte de 9.716.006 ciudadanos; en 2000 -el año de la primera mayoría absoluta del PP-, el apoyo fue de 10.321.178 personas; en 2004, pese a perder la Moncloa, 9.763.144 votantes apostaron por Rajoy; y en 2008, lo hicieron 10.278.010. El pasado domingo fueron 10.830.693. El PP juega con un millón de votos arriba/abajo desde hace 15 años. Son las fluctuaciones de voto socialista las que deciden la composición del Congreso.

2. Rubalcaba y Carme Chacón pierden toda opción de liderar el futuro inmediato del partido. El primero tendrá en su debe el PSOE más débil en las Cortes Generales desde la restauración democrática -si bien aquí algo habría que imputar a José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE que, inaudito, no compareció en la noche electoral para dar la cara tras la cita electoral más importante de un partido a nivel nacional-, y la segunda, el dudoso honor de figurar como el primer cabeza de lista del PSC que pierde en votos, y escaños, con CiU en el global de Cataluña en unas elecciones generales.

Con este currículo será imposible que ellos, en primera persona, lideren el PSOE. El PSC ha perdido 769.588 votos (venía de 1.689.911 apoyos, en 2008), y CiU solo ha ganado 234.838 (superando el millón de votos obtenidos). PSOE y PSC tienen, en los próximos meses, sin prisa pues les queda años sin gestionar poder público, dos congresos que deben ser el punto de partida de un nuevo socialismo. Está por ver si los delegados y las bases entierran los años de Zapatero.

3. La Ley Electoral y el Reglamento del Congreso. IU y UPyD siguen siendo los partidos más perjudicados por la Ley Electoral, que beneficia a los partidos ya instalados y evita que nuevas formaciones obtengan recompensa por los votos (o restos) recibidos en las circunscripciones más pequeñas, en las que menos escaños hay que repartir. Y, a la vez, este sistema permite que tener concentrados los votos (Amaiur, PNV y CiU, sobre todo) dé unos escaños que pueden ser determinantes para la gobernabilidad de España.

Así, IU y UPyD obtienen representación en las circunscripciones con más habitantes: Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla y Zaragoza. Si solo hubiera una circunscripción para toda España el resultado sería otro; y si fueran las CCAA circunscripciones, es decir, tener 17, el Congreso tendría otro color global. De hecho, tomados en puridad, a UPyD le cuesta cada escaño el apoyo de 228.048 ciudadanos, y a IU, 152.801 votos. Un caso excepcional es, sin duda, lo que le ha ocurrido a Equo que obtiene 215.776 votos y se queda sin representación en el Congreso. Son más votos que BNG, CC, Compromís (si bien estos son aliados), Foro o Geroa Bai que sí tienen representante en la Cámara Baja. Equo se queda a 40.000 votos de ERC, que tendrá tres congresistas.

4. UPyD y Ciudadanos. La formación magenta obtiene un gran resultado. Se convierte en cuarta formación política, en número de votos, superando a CiU y a solo medio millón de votos de IU. Pasa de uno a cinco escaños y desatasca lo que empezaba a ser un problema: obtener representación solo por Madrid. Ya sabemos que la ley no beneficia a los pequeños partidos nacionales pero la estrategia de la dirección de UPyD no parece que haya obtenido el fin deseado. No tendrá grupo parlamentario propio en el Congreso. No, al menos, con el actual Reglamento, que exige 5 congresistas y el 5% de los votos en toda España (o el 15% en las circunscripciones que se presenta). UPyD se ha quedado en el 4,69%.

¿Por qué no se alió en Cataluña con Ciudadanos? Podría haber sido suficiente para no tener que mendigar ahora un cambio legal o una concesión para tener voz suficiente en el Congreso. Rosa Díez insiste en que no tendrán sucursales o franquicias, pero mientras no se cambie la ley, UPyD (como IU) está al albur de los vaivenes del PSOE y a jugar permanentemente en la cuerda floja de la desaparición (o tener una presencia testimonial) en el Congreso.

5. CiU gana en Cataluña pero manda el PP. En Cataluña y en el País Vasco, el día a día permitirá visualizar el control del tiempo que está en manos del PP. Controla Congreso y Senado, todas las CCAA menos Asturias, Canarias, Cataluña, Andalucía y País Vasco. Menos en Andalucía, que todas las encuestas indican que tendrá con mayoría absoluta a partir de marzo, Cataluña y País Vasco también están controladas por el PP, en mayor o menor medida.

Patxi López (PSOE) tiene un pacto de gobierno con los populares y Artur Mas (CiU) no podrá llevar a cabo reformas económicas sin el visto bueno de Alicia Sánchez-Camacho (PP) no tanto por los votos en el Parlamento autonómico (lo podría hacer con PSC o ERC) sino por ser conocedor de que sin el apoyo del Gobierno no habrá reforma ni medidas que tengan efecto para salir de la crisis. En Asturias, Foro y PP también tienen pacto de gobierno. Así pues, solo Canarias queda lejos del control popular tras el 20N.