La caída de España.

Me gustaría compartir con vosotros un texto que escribí no hace mucho tiempo, en estos momentos que a todos duelen, meditemos y hagamos profunda reflexión sobre nuestros valores, palabras de combate y fe.

La grandeza de España no se puede poner en duda, ni siquiera sus enemigos pueden hacerlo, una nación milenaria que tiene a miles de sus hijos enterrados fuera de sus fronteras en su nombre y bajo su manto es algo que deja huella en la historia de cualquier civilización, hubo un día en el que se decía que allí donde un español no era capaz de llegar con su mano, lo hacía con la punta de su espada.

Hay una verdad científica que afirma; todo lo que nace se desarrolla, expande, contrae y muere, y España como realidad científica e histórica no puede ser una salvedad. Pero es en la caída donde una raza, un pueblo, un ser humano, una nación demuestra su grandeza.

España cae, como ha caído a lo largo de su historia para volver a ser una, fuerte, vigorosa, temible, admirada y respetada por el mundo, incluidos sus enemigos. La historia de la vida de las naciones es como un péndulo, y España es una dama de recio carácter, extremista y sangrienta, en ello basa su grandeza y así caminará en el sendero de su final, con el mismo extremismo, carácter y con la misma sangría con la que sus hijos demostraron su grandeza, su generosidad, su fe, y su lealtad ha llegado el momento de que le golpe la traición, la tibieza, el egoísmo y la felonía.

España cae, y lo hace de forma que muchos piensan indigna, sin pararse a pensar la nobleza y la fortaleza que la nación está demostrando, hay , ¿¡que otra nación no habría sucumbido ya soportando dos décadas con cifras de paro millonarias?¡, ¡¿ que nación no hubiese caído ya si durante 30 años se ha privado a sus nuevos hijos de conocer, amar y sentirla?!, ¡¿ que nación habría aguantado tanta traición y deslealtad de aquellos que precisamente deberían ser los primeros en mostrar fidelidad?!, solo una nación con la soberbia y la raza de España se ha podido sostener en unos pilares cada vez más mermados por el abatimiento de las olas de la deslealtad.

Vivimos unos momentos históricos que anuncian claramente su final, posiblemente España vuelva a resurgir como lo ha hecho a lo largo de su tremenda historia, como una roca, cubierta por el oleaje pero impasible, manteniendo su lugar cuando la marea baja o quizá debemos dar la razón a Gil de Biezma cuando decía “de todas las historias de la historia la mas triste es la de España porque termina mal”.

En todo caso parece evidente que España está muriendo, sola, como muere una madre enferma a la que sus hijos abandonan en el último tramo, en la puerta del final, ese es el peor pecado que tendremos que padecer y que el peso de la historia hará recaer sobre nosotros.

Ante este punto solo queda una actitud para aquellos que aún aman y respetan lo que son, porque la tibieza y la rendición no han sido inventadas para los españoles, y esa actitud es la misma que, hace ya 70 años mostraron aquellos ciudadanos de Berlín, la actitud de la lealtad hasta el final, llenaron su ciudad con pancartas y sabanas que rezaban; “nuestros muros caen, pero no nuestros corazones” demostrando al enemigo su naturaleza. Esa actitud, la misma que describía Spengler en “el Hombre y la técnica” cuando afirmaba; “El tiempo no puede detenerse; no hay prudentes retornos, no hay cautelosas renuncias. Sólo los soñadores creen en posibles salidas. El optimismo es cobardía.

Hemos nacido en este tiempo y debemos recorrer violentamente el camino hasta el final. No hay otro. Es nuestro deber permanecer sin esperanza, sin salvación en el puesto ya perdido. Permanecer como aquel soldado romano, cuyo esqueleto se ha encontrado delante de una puerta en Pompeya, y que murió porque al estallar la erupción del Vesubio olvidáronse de licenciarlo. Eso es grandeza; eso es tener raza. Ese honroso final es lo único que no se le puede quitar al hombre".

Esa es nuestra razón, esa es nuestra identidad, esa es nuestra fidelidad…

Y permitirme que termine esta reflexión con unas palabras del gran tradicionalista italiano Julius Evola.

“En el sentido espiritual existe efectivamente algo que puede servir como orientación para nuestras fuerzas de resistencia y alzamiento: este algo es el espíritu legionario. Es la actitud de quien sabe elegir el camino más duro, de quien sabe combatir aun sabiendo que la batalla está materialmente perdida, de quien sabe revivir y asumir las palabra de la antigua saga: “La fidelidad es más fuerte que el fuego”

Hermanos, juntemos nuestras voces, nuestras fuerzas de resistencia y cuando os empiece a vencer el derrotismo que produce una aciaga certeza abracemonos en un solo grito nacido de nuestros corazones...

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ESPAÑA, ESPAÑA, ESPAÑA!!!!!!!!!!

Te felicito, una magistral exposición del sentir de muchos españoles de bien. En especial, me toca la vena sensible este párrafo:

"En todo caso parece evidente que España está muriendo, sola, como muere una madre enferma a la que sus hijos abandonan en el último tramo, en la puerta del final, ese es el peor pecado que tendremos que padecer y que el peso de la historia hará recaer sobre nosotros."

Porque en efecto asistimos a un nuevo Finis Hispaniae, como lo denominó el autor de la Crónica Mozárabe del año 754, una desaparición de España como entidad nacional, un suicidio asistido y mantenido durante décadas de despilfarro, corrupción, inmoralidad, deslealtad, cobardía e indolencia, de todo lo cual, como apunta el párrafo transcrito, pagaremos una durísima penitencia, quien sabe si con sangre, sudor y lágrimas.

Como en el 711 o en el 1808, un Finis Hispaniae producto de nuestros pecados, de olvidar quienes somos y de donde venimos, de nuestro materialismo vil y conformista. Como en aquel entonces, costará largo tiempo de sacrificio y dolor volver a recuperar la Patria, poder situarla otra vez en el lugar que merece. Como en aquel entonces, cada español de bien, en medio de la vorágine autodestructiva y de descomposición, debe saber cual es su deber para con los suyos. El mío lo tengo bien claro: transmitir la grandeza de España a mis siete hijos, para que generación tras generación perviva la idea de España, su historia, su grandeza, para que se juramenten a reconstruirla de entre sus ruinas podridas. Al igual que en año 711 muchos españoles de bien que lloraron la pérdida de España asumieron el deber de transmitir a cada generación nueva el deber de reconquistar el suelo patrio, hoy nos corresponde velar por ese tesoro. Ocho siglos de penitencia, de sangre derramada, fue la penitencia en aquel momento; a saber la penitencia que Dios nos depara ahora.

Nil desperandum, de entre las ruinas España resurgirá, una nueva generación de españoles, endurecidos por los años de sacrificio y lucha, retomará el testigo, tomará nota de los errores pasados, y volverá a pronunciar el nombre de España con orgullo y devoción.

Ahora, y siempre, ¡ESPAÑA! ¡SANTIAGO! ¡ESPAÑA! ¡VIVA ESPAÑA!

Muy bueno Blas

Nada nuevo bajo el sol, todas las tragédias que ha experimentado España han venido siendo orquestadas o como mínimo no impedidas desde dentro.

Napoleón invadió España no solo porque había unos reyes gilipollas e inútiles, sinó porque los que le redoeban eran iguales o peores y España estaba sin ejército, sin marina y sin un doblón en las arcas.

España perdió las posesiones hispanoamericanas porque no tenía allí los suficientes soldados y los buenos administradores que hubiesen impedido la defección de sus propios nacionales y la ruina de sus posesiones.

España perdió Cuba, porque los revolucionarios cubanos estaban mas pertrechados que los soldados españoles, porque los revolucionarios contaron con el apoyo de EE.UU. que era una potencia casi del siglo XX y España estaba en armamento y despliegue en el Siglo XVIII. Por no haber no había ni munición que hubo que comprar a toda prisa en Mexico (y la mayoría resultó ser inutil al ser de un calibre equivocado)

Se perdió Filipinas porque para su defensa se contaba con cañones de bronce del Siglo XVII y barcos que eran una ruina, sin que se hubiese gastado un duro en reforzar defensas.

La guerra de África fue terrible porque estaba dirigida por inútiles, y sostenida por un ejército de leva compuesto en su mayor parte por analfabetos, carentes de instrucción militar -algunos no habían ni siquiera disparad nunca un fusil- que no solo no entendían de que iba la cosa sinó que ni siquiera tenía moral de combate, baste decir que por cada soldado fran´cés que desembarcaba en el Marruecos francés se enviaba una tonelada de equipo, el soldado español recibía una manta en Cádiz y debía devolverla al acabar sus cuatro años de mili (duración de vida de la manta VEINTE AÑOS).

SIEMPRE HA SIDO ALGO MOTIVADO O FAVORECIDO DESDE DENTRO.

Lo mismo está pasando ahora, a la situación de postración a que ha llevado a España el gobierno de Zapatero (ruina económica y moral), se une el ataque despiadado y traidor de los separatistas.

Siempre ha estado el enemigo peligroso dentro, el de fuera sin la ayuda por acción u omisión de los de dentro, jamás hubiese actuado.¡

Magníficas reflexiones. Aunque en lo referente a la actual ruina de España -y a las anteriores, de las que salió con mucho sacrificio, esfuerzo y sangre-, la frase que mejor resume por qué hoy la existencia de España está al borde del barranco es la que ha dicho Calzada:

CALZADA escribió:
SIEMPRE HA SIDO ALGO MOTIVADO O FAVORECIDO DESDE DENTRO.

Por mucho que fuera interese una España débil, olvidadiza de su pasado, dividida y postrada, sin la inestimable colaboración de los traidores internos eso no sería posible, o al menos no con tanta facilidad.

No hay frase que resuma mejor la razón de la que derivan las muchas subrazones que hoy han llevado a España a donde ahora está.

Saludos cordiales. Es muy gratificante leeros -y al mismo tiempo doloroso, pues la realidad no merece otro adjetivo más que ése-.

Dios quiera que estemos a la altura de nuestros ancestros a la hora de afrontar, sin temor y con determinación y valentía, lo que nos espera. ¡VIVA ESPAÑA!

IROS A HACER PUÑETAS, DERROTISTAS.


Hasta el rabo todo es toro.


No hemos dicho la última palabra. Ni siquiera hemos dicho la primera.

Fausto1880 escribió:IROS A HACER PUÑETAS, DERROTISTAS.


Hasta el rabo todo es toro.


No hemos dicho la última palabra. Ni siquiera hemos dicho la primera.

Que positivo. Creo que es lo que todos queriamos leer despues de ver lo que escribio X bandera; yo incluso he llorado.

Fausto, te voy a dar una respuesta que dio un conocido patriota en una entrevista cuando le dijeron;

- Pero usted, ¿usted que causas defiende?.

- ¿Yo?...Yo defiendo siempre las causas perdidas.

Pero es que España no es una causa perdida. Este pueblo no dará la medida de su capacidad hasta que llegue al borde del abismo.

Acordaros de los atentados del 11-M. ¡¡Qué diferencia con esas imágenes de EE.UU. o Francia donde aprovechan cualquier altercado para asaltar las tiendas!!
Sangre y destrucción por todos lados. ¿Qué hacía la gente? ¿Gritar histéricos? ¿Correr pisando a los caídos? No, se ayudaban los unos a los otros.

¿Qué los batasunos han ganado peso en las elecciones? Pues bueno, ¡qué gobiernen un poquito! Veréis que bien funcionan las empresas vascas con estos aprendices de nacional-comunista. Desde el paro ya no se le tiene tanta simpatía al liberado sindical y al demagogo que ha provocado el cierre de tu empresa.

En cuanto a la escisión... tendrán que ganarsela, ¿no? ¿Con qué ejército? Porque está muy bonito eso de no alistarse y que luchen otros... hasta que se den cuenta de que la independencia sin fuerzas armadas es papel mojado.

Fausto1880 escribió:Pero es que España no es una causa perdida.

Y aunque así fuera, ahí estaremos, en primera linea, que lo sepan nuestros enemigos, la bandera de España no se arria gratis, que nos teman.

Con España...Hasta el final.