La justicia da luz verde a la construcción del nuevo estadio Bernabéu, estará terminado en 2015

El nuevo estadio Santiago Bernabéu ya puede pasar —con total tranquilidad— del papel al ladrillo. La sección segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) dictó ayer sentencia donde revocó el auto que paralizaba el convenio entre el Ayuntamiento y el Real Madrid. La decisión, adoptada el pasado 21 de marzo, dejaba en el aire el proyecto que recoge la transformación del estadio madridista, donde se prevé el traslado de la esquina del Bernabéu a la fachada que da al paseo de la Castellana, así como la construcción de un hotel de lujo.

Entonces, el juez entendía que el acuerdo firmado entre el club y el Consistorio «puede entrar en conflicto con otros bienes e intereses constitucionalmente protegibles como es la necesaria sostenibilidad del desarrollo urbano con el interés general». Concretamente, se refería a una posible desaparición de las aceras en el terreno perimetral, donde se sitúan las cuatro torres de evacuación del estadio. Sin embargo, la sentencia del TSJM, a la que ha tenido acceso ABC, revoca tal decisión y argumenta que el convenio que se pretendía impugnar «ya se había ejecutado», por lo que resultaba «imposible de facto suspender la ejecutividad de acto, que ya estaba plenamente ejecutado y había desplegado todos sus efectos jurídicos».

«No ajustarse a derecho»
Por este motivo, el magistrado, que estimó en su momento los recursos presentados por el Ayuntamiento y la entidad merengue, ha decidido revocar la decisión «por no ajustarse a derecho» y levantar las medidas cautelares presentadas. La decisión deja ahora las manos libres a Florentino Pérez para que pueda seguir adelante con su gran sueño. El presidente blanco pretende que el faraónico proyecto pueda ser una realidad a lo largo de 2015. Para ello, técnicos del club llevan meses trabajando, mano a mano, con la Gerencia Municipal de Urbanismo para llevar la idea a buen puerto.

Por lo que respecta a la tramitación, primero se aprobó inicialmente en pleno la modificación del Plan General, después pasó a un periodo de información pública de tres meses, y a continuación, vistas y valoradas las alegaciones que se presenten, se procederá a la aprobación definitiva del cambio. Después, tendrá que pasar por las manos de la Comunidad de Madrid para que ésta también lo autorice. El conjunto del proceso llevará aproximadamente un año.

El Real Madrid quiso que sus socios fueran los primeros en conocer el proyecto del nuevo estadio. ABC ya lo adelantó en diciembre de 2010. La intención del club es trasladar todos los usos comerciales del estadio a la fachada que da al paseo de la Castellana. El club convertirá esta cara del estadio en una superficie comercial de lujo de 3.500 metros, a donde se trasladará la Esquina, cuyo espacio actual se convertirá en un parque con zonas infantiles y deportivas, al igual que el cruce que se encuentra entre las calles de Padre Damián y Rafael Salgado. Todo tendrá que estar acabado en tres años.

La intención de los rectores madridistas es que el nuevo espacio cuente con restaurantes, tiendas de alta gama, un parking subterráneo con 1.500 plazas y un hotel de lujo con acceso exclusivo al estadio. El club calcula que este nuevo «templo de los sueños blancos» podrá convertirse en realidad gracias a una inversión de 100 millones de euros que se amortizaría en cuatro años.

10.000 asientos más
La reforma no busca futuros ingresos económicos. También se conseguirá una mejora en el ámbito futbolístico. El club ha ganado veinticuatro metros de ancho de propiedad en el sector que da a la Castellana, y será en esta zona donde, además del uso hotelero y comercial, intentará aumentar el aforo del estadio en 10.000 nuevos asientos, hasta alcanzar los 90.000 espectadores. De esta forma, satisfará una parte de la infinita demanda de socios que lleva años congelada.

La nueva sede puede aportar en el futuro unos ingresos anuales de cincuenta millones, gracias a las localidades, al centro comercial y al aparcamiento de seiscientas plazas, que se sumará al viejo «parking» de quinientos automóviles. Esa cifra de 50 millones podría aumentar a 90 si se aporta un patrocinador que sume su denominación al estadio. Siempre se llamará Bernabéu, pero si hay un «sponsor», el campo tendría el nombre de la empresa comercial y llevaría añadida la palabra Bernabéu.